Capitulo 2: Yo.

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... Me han convencido de que escriba en esto, ya que así, según ellos, podría quedar evidencia de todo lo que ha ocurrido desde mi perspectiva. Además de que ya quedamos muy pocos con vida... Todos sabemos que llegar a esta isla fue una maldición y una sentencia a muerte, pero creemos que hay una oportunidad de salir con vida de una vez por todas... Aunque estoy de acuerdo con que esta isla fue lo peor que nos ha ocurrido, pero tuvo sus cosas buenas para mi...

Era alrededor de las 9 de la mañana, cuando comenzó a sonar mi celular. Debido a la fiesta del día anterior, además, de todo el alcohol que había consumido durante la noche, me sentía algo mareada, pero nada que comer algo y dormir no solucionara.

Me comencé a levantar lentamente mientras me frotaba lo ojos con las palmas de las manos, hasta que en un rato me encontré sentada en el borde de la cama bostezando y contemplando como los rayos del sol ingresaban por el borde de la cortina. El celular seguía sonando en algún lugar de la habitación, así que me puse de pie y me dirigí en busca de éste.

Al encenderlo, el brillo me hizo cerrar los ojos de golpe, así que tuve que esperar a que mis queridos ojitos de dignaran a abrirse nuevamente para poder ver quien llamaba. Al abrirlos, y ver quién llamaba, me di cuenta que era Igor, mi pareja:

-Jane, por fin te dignas a contestar - dijo con tono enfadado.

-Buenos días - respondí.

-¿Se puede saber dónde estás? Se supone que ya deberías de estar aquí. Los de la corte están preguntando por ti. - dijo nuevamente molesto.

-Ya se, ya se, disculpa, pero es que anoche me quedé hasta tarde con unos compañeros de trabajo. - respondí.

Realmente si me había quedado con mis

compañeros de trabajo, pero lo que no le dije fue que habíamos ido a una fiesta que había durado toda la noche, fiesta la cual no había querido invitarlo para poder disfrutar tranquila:

-¡¿Cómo?! - dijo furioso al otro lado del teléfono.

-Te digo que me quede con mis compañeros y se me pasó la hora, nada mas - dije tratando de suavizar la conversación.

-¡¿Nada más?! Jane, tienes un juicio que puede quitarte el trabajo y dejarte detenida, ¡¿Y tú te vas de fiesta?! Vamos a tener que hablar después, ahora ven de inmediato que el juez ya se está aburriendo. - dijo de forma abrupta y cortó.

Deje el celular cargando en el mueble, me dirigí al clóset para dejar listo mi uniforme para el juicio, luego fui a bañarme con agua totalmente fría, para así despertarme más rápido y que todos los de la corte no sospecharan absolutamente nada. Al terminar de limpiarme me dirigí nuevamente a la habitación, donde me vestí, recogí mi celular y me fui a la corte.

Al entrar a la sala, los tres acusados me miraron de forma furiosa, ya que yo había detenido el asalto que estos tres estaban realizando, además de que inmovilicé a cada uno de ellos, acto el cual había sido hasta ahora, el mayor logro de mi carrera como policía.

Resumiré brevemente lo ocurrido ese día:

Resulta que estaba en la comisaría tomando desayuno con mi compañero de patrulla, Gonzalo, cuando de repente nos llega un aviso de robo de un recinto privado. Sin dudarlo nos pusimos en camino con claras instrucciones del jefe de simplemente rodear el recinto para que los involucrados no pudieran escapar de ahí ni que otros pudieran entrar por su cuenta, pero una vez que llegamos al lugar, el dueño de rodillas y con lagrimas nos rogó que entráramos en busca de su madre de 89 años que se encontraba en el segundo piso de la residencia, la cual tenía problemas de oxigeno y en sus condiciones, y en la tensión del momento, le podía ocurrir lo indeseable.

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