Capitulo 3: Tormenta.

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Desde la cabina observaba tranquilamente como todos los pasajeros se despedían de sus seres queridos, hasta que alguien me llamó desde dentro. Era Daniel, mi mano derecha, al cual se le veía ligeramente preocupado.

-- Vince, la marina nos ha enviado nuevamente un aviso de alerta. No podemos ignorar sus advertencias, esa tormenta es demasiado rara para realizar el viaje tranquilamente. – dijo mientras se dejaba caer sobre un sofá.

-- Daniel, entiende. Esta cosa puede aguantar eso y mucho más, no podemos atemorizarnos por cualquier tormenta que este un poco fuera de lo normal. – le decía, mientras observaba la ruta de trayectoria sobre la mesa.

--Si, lo mismo debieron pensar los del Titanic y por un cubito de hielo mira como terminaron.

--Daniel, eres mi mano derecha y lo sabes. – dije mientras me acercaba y lo agarraba de los hombros – Pero realmente necesito que confíes plenamente en mi en esta ocasión. – le dije a la vez que le miraba los ojos.

-- Phfff, bueno. Confiaré en ti. Daré aviso a la marina que igualmente partiremos. ¬– me dijo mientras comenzaba a dar indicaciones.

Los meteorólogos habían dado la noticia de que se aproximaba un tormenta un tanto diferente a las observadas hasta el momento, ya que por vista satelital, había aparecido una simple nube en el océano, pero a media que fue pasando el tiempo, ésta fue creciendo cada vez más tomando una tamaño tan anormal, que desde ese momento comenzó a preocupar a todo el mundo. Parecía simplemente una nube más grande de lo normal, a diferencia de que se mantenía estática, como si fuera independiente de las corrientes de aire, además de que los expertos no se decidían para dar una explicación razonable de cuál era el motivo de su inesperado avance y comportamiento.

-- Bueno Daniel, iré a descansar un rato. Quedas al mando hasta que vuelva.

--A la orden capitán. – dijo mientras comenzaba dar indicaciones nuevamente y yo salía en dirección a mi habitación.

Daniel arreglaría todo, daría el aviso de partida cuando llegase el momento, colocaría un audio mío dando la bienvenida y las instrucciones para cualquier emergencia, así que simplemente me dispuse a descansar, donde me quedé profundamente dormido.

Desperté durante la noche. Daniel había hecho las primeras horas de viaje, por lo que ahora me tocaba a mí estar a cargo nuevamente para que él pudiera descansar también. Tome una ducha, me arreglé el uniforme y me dirigí a la cabina para ver si todo andaba en orden.

--¿Dónde está Daniel? Se supone que debería estar aquí. —pregunté serio al llegar.

-- Lo llamaron desde mantenimiento hace un rato. Ya debe estar por volver. – me respondieron.

--Oh, asumo que no debe ser un problema complejo ¿No?, entonces ¿Todo bien hasta ahora con lo demás?—pregunté con ánimo.

--Depende, mi capitán. -- me respondió alguien de la sala, mientras todos se giraban a observarme y se empezaba a sentir un ambiente no muy cómodo.

--¿Depende?—pregunté serio — ¿Serias tan amable de explicarme por qué dices eso?- volví a preguntarle.

--Bueno capitán, le tenemos noticias de último momento sobre la tormenta. Resulta que hace tres horas se comenzó a mover.

--Okey, entonces eso debería ser bueno ¿No? Significa que tal vez las corrientes de aire logren desviarla de nuestra trayectoria, ya sea para el norte o para el sur, haciendo que ésta termine por disolverse por los cambios de temperatura. – dije con una leve sonrisa mientras miraba a todos, pero nadie me sonrió de vuelta en la habitación.

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