04: Caida de un Viejo Mal

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Claudio comenzó a aumentar la velocidad y me hizo señas para que saltara al carruaje, que él haría de distracción, me coloque junto a la carga, me pare sobre la montura cinco segundos y salté, me agarre lo más fuerte que pude de las cuerdas el carruaje que eran muy inestables, nunca antes había hecho eso, logre subir y pararme sobre las cajas, saque mi espada y pensé en cortarle la cabeza al viejo, luego pensé, que si la carroza se quedaba sin guía podría volcar, ya estábamos entrando al pueblo, si chocábamos la carga explotaría, cuando mire hacia adelante, Claudio tenía su cuchillo en la mano, había cortado el dedo índice del viejo, de la mano en la que sostenía su arma, ya no podía disparar, entonces soltó el revólver y grito:

-¡si no puedo volar esa maldita pared, volare la alcaldía!

Al escuchar estas palabras lo primero que pensé fue en cortar las sogas, enfunde mi espada me eche sobre las cajas, me agarre con toda mi fuerza con mi mano derecha con riesgo de caer, active el resorte de mi daga oculta y corte las tres sogas del lado izquierdo de la carroza, las cajas comenzaron deslizarse y caer, yo también estuve a punto de caerme, clave el filo de la daga en la madera de la carrosa para evitarlo, cuando todas las cajas cayeron pude ponerme de nuevo de pie mire mi brazo izquierdo, vi que se había roto la hoja, había quedado clavada en las maderas. Ya nos habíamos adentrado al pueblo, ninguna caja había explotado eso me alivio bastante había civiles en la zona, di unos pasos, salte al asiento del acompañante.

-¿con que planeas volar la alcaldía? (Pregunte en tono irónico)

-¡que demo...! 'Padello se giro) Solo para descubrir que las cajas habían caído.

Cuando volvió a mirarme lo golpee en el rostro, le quite las riendas de los caballos y las tire con fuerza para que se detuvieran, el viejo me golpeo en el estomago, intento quitarme la guía del carruaje, pise con fuerza su pie, continuaba intentando hacer que se detuvieran los caballos, el desesperado hombre saco una pequeña arma de su bota, le golpee con el codo en la boca y se inclino hacia atrás, Claudio lanzo la soga que llevaba le atino al cuello y freno de golpe, el hombre con cara de terror, fue jalado del carruaje, al ver esto pensé, "al final si fue útil la cuerda". l
Logre detener a los caballos a unos pocos metros de la alcaldía.

20:50, centro del pueblo.

La gente comenzaba a reunirse, todos se encontraban asustados, podían escucharse los murmullos buscando una explicación, salte del carruaje, mire el camino por el cual venia, allí llegaba Claudio, cabalgando lentamente y arrastrando al desquiciado hombre quien no paraba de insultarnos... atamos sus manos y sus piernas, lo cargamos unos metros y lo sentamos en un banco, algunos compañeros del ejército llegaron y se llevaron los explosivos, después llego el comisario, con Don Cibrario, su mujer y el niño, se los veía felices, parecía que el mundo volvía a tener sentido al verlos. El comisario Fringter me dio el plano

-Hagan lo suyo, es difícil sacarle información a su muchacho, no me quiero imaginar a él...

Asentí con la cabeza, mire fijamente a Claudio, también asintió, caminamos hasta el viejo y él desplegó el plano.

-¿reconoce esto? (pregunte pateando su bota)

-papel, (respondió sin mirarlo)

-¿Que tipo de papel?

-...

-Aun tiene nueve dedos, supongo que con tres o cuatro aun puede levantar una cuchara en la cárcel.
(le extendí la mano a Claudio y él me dio el cuchillo)

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