Capitulo 6

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Como he llegado de mi casa me coloque lo más rápido de pude a la computadora; tarde aproximadamente 1 hora para dar con el tatuaje que tenía Petter en su brazo, leí detenidamente la información que me proporcionaba la página y fue como en letras negrillas decía "Muerte", no me cavia en la cabeza la idea de que alguien se tatuara ese significado que por lo que leí la letra provenía de un lugar raro llamado Namibia. Podría jurar que algo no está bien con Petter.

Teniendo en cuenta que tenía muy poca información decidí no congeniar nada hasta tener los suficientes hechos para probar que todo lo que está sucediendo tenía una explicación y que toda esa historia nos la proporcionaría Petter.

Mientras me recostaba en mi escritorio suspire como nunca lo había hecho, los problemas se acumulaban cada vez más y no solo era eso, si no que la escuela, mi madre, me provocaba un gran estrés, por lo que decidí cerrar los ojos y para con todos los pensamientos que me agobiaban y hablaban a la vez.

                                                                               *                            *                      *

Día 3

Ring, Ring !!

Mi despertador ha sonado como loco 15 minutos seguidos, así que no me quedo de otra que levantarme de mi escritorio donde me dormí inconscientemente y que me provoco un fuerte dolor en la espalda.

-Maldito escritorio- refunfuñe

Tome lo primero que vi en mi closet para vestirme y salí lentamente de mi cuarto, mientras bajaba las escaleras me doy cuenta que hay un líquido pegajoso en el piso, el rastro de ese líquido daba a la cocina donde mi madre estaba preparando el desayuno.

-¿Mama que esto?- dije señalando el líquido rojo y pegajoso.

- No lo sé querida, vente a desayunar- dijo alegre.

-haha está bien...-

Desayune lo mas rápido y me fui prácticamente corriendo por a verme levantado tarde. Llegando al instituto veo a Jack que se acercó muy alegre.

-Hola Alice, oye ya atrapaste al asesino- hablo con tono burlón- dicen que esta suelta por las calles-

- ¡¡¡Cierra la boca Jack, no es gracioso!!!-

-Déjala en paz Jack-dijo Petter que llego por la parte de atrás tomándole el cuello a Jack con el que su puño le froto su cabeza.

-Basta Petter me vas a despeinar- dijo Jack entre carcajadas.

- Llorón- cuando Petter ha dicho eso nos hemos ahogado entre carcajadas.

En esos momentos son cuando valoro más su amistad, que a pesar de todo siempre los tendré.

-Bueno es mejor que entremos a clases- dije

                                                                             *                       *                    *

Después de ocho largas horas de clases al fin podemos regresar a casa; en el trascurso de regreso Jack y Petter me acompañan a mi casa quedando para realizar un trabajo en casa de Petter a las cuatro. Me despedí de ellos con un beso en el cachete y entre a mi hogar. Gire mi cabeza así el comedor donde se encontraba mi madre muy preocupada.

-¿Qué pasa?- Dije con curiosidad

- Han asesinado a otra chica, Alice y de tu misma edad, ya no puedes salir a la calle como antes, ahora es muy peligroso así que abra reglas... - advirtió mi madre

-¿Cómo cuáles? -

-No saldrás después de las cuatro o cinco de la tarde, si sales será acompañada por mí, nada de fiestas y salir por la noche queda sumamente prohibido-

Como siempre le presto la atención suficiente a lo que me dice pero eso incluye no cumplirlo, asentí la cabeza para que ya no sintiera angustia; sabía que a las cuatro debía verme con los chicos pero preferí no decirle nada, me tendría que escabullir.

Subí a mi cuarto a esperar la hora indicada, pero era tanto mi aburrimiento que salí media hora antes, mi madre como siempre no se ha dado cuenta de mi ausencia, así que camine despacio hacia la casa de Petter. El clima era muy frio asiendo que mi cuerpo templara y me dolieran repentinamente mis huesos, el cielo se nublaba cada vez más, veía como si este estuviera enojado.

Llegando a la casa de Petter pude apreciar como la puerta estaba entre abierta, me acerque poco a poco, tome la puerta y la abrí completamente

-¿Petter estas aquí?- dije con voz moderada.

Después de esto se escuchó un silencio profundo de esos a los que les temes peor que al propio ruido, seguí caminando dirigiéndome a la cocina, no vi nada así que subí las escaleras que estaban enfrente de la sala.

-¿Petter?-

No obtuve respuesta.

En la parte izquierda se encontraba su cuarto, abrí la puerta y al igual que en la cocina no se encontraba nadie, de repente escuche como alguien entro a la casa azotando la misma puerta de la entrada y subía lo más rápido posible las escaleras, entre en pánico ni yo sabía que hacer, y en un simple parpadeo vi como alguien entro al cuarto. Entre la oscuridad pude ver que era Petter.

-Petter... me has llevado un gran susto- lo abrace lo más fuerte que pude, en ese mismo instante me di cuenta que estaba bañado en sudor- ¿Por qué estas sudando?-

-Cállate- dijo casi susurrando tapándome la boca al mismo tiempo, llevándome a la fuerza así la ventana más próxima – Quédate ahí –

Los dos escuchamos como otra persona había entrado a la casa y subía lentamente las escaleras, y que arrastraba algo por el piso, pasaron dos minutos en un silencio profundo cuando alguien forzaba la perilla cada vez con más fuerza hasta que empezó a golpear la puerta con algo. Mi mente solo pensaba en que mi muerte se aproximaba al igual que la de Petter por que se notaba su cara de nunca más volveré a ver los rayos del sol hasta que...

-¡Alice sal por la ventada y corre lo más rápido me has entendido!- dijo con voz firme

-¡No voy a ir a ningún lado si no vas conmigo, vamos!- cada vez los golpes eran más fuertes y la puerta ya no lo soportaría.

-¡No lo entiendes él me quiere a mí y si te ve tu rostro Alice será tu perdición... prefiero a que tu sigas con vida!- dijo Petter entrando en pánico.

Abrió la ventana y me empujo diciendo:

-Adiós- con una lagrima rodeando sus mejillas

Rodé hasta que caí en el patio delantero de la casa, escuche como uno de mi pie crujió de tal forma que no podía moverme. Alcance a escuchar como la persona desconocida al fin consiguió abrir la puerta, tenía la necesidad de ir en su ayuda pero mis intentos eran en vano. La cabeza me dolía tremendamente, dirigí mi mano en la parte trasera de mi cabeza donde pude sentir un líquido, sangre, era demasiada, el dolor no cesaba, la vista se me fue nublando hasta llegar al momento de perder la conciencia.


Abre los ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora