Mark pasó superficialmente sus dedos por el cabello de Noe, se quedó mirando embelesado como sus profundos ojos castaños hacían juego con el azabache de su cabello, apoyándose en su codo, levantó un poco su cuerpo, soplando en la oreja de Noe, esperando una respuesta que no obtuvo- Deja de jugar, quitémonos la ropa y dejemos de ser vírgenes –
Sonrió, regresando a la posición inicial, de lado sobre la cama enfrentando la frialdad de quien lo acompañaba.
- ¿Acaso no me deseas? -
Noe no le respondió, continuó en su cama mirando hacía el vacío, pero Mark no dejaría escapar tan fácil esta oportunidad, encerrado en el cuarto de su amigo, justo esa noche que estaba solo en casa. se estaba cansando de las constantes negativas de Noe, de las señales confusas, de esas insinuaciones que nunca llevaban a nada, Mark giró en la cama, acercando su cuerpo ansioso al frío Noe, cerró los ojos y comenzó a besarlo despacio, acariciando tiernamente el rostro de Noe con sus labios, y de nuevo solo obtuvo un quejido de desaprobación
- Fuiste tú quién me invitó, ¿Para qué me querías en tu casa, si no vamos a hacer nada? –
Los ojos de Noe se abrieron por completo, incorporándose en la cama le lanzó una mirada asesina a Mark
- No te invité a fornicar, simplemente no quería estar solo –
- Llevamos dos semanas jugando a ser novios, dos semanas en que me calientas y me dejas solo con un dolor insoportable en los pantalones, tan solo creí que ya estabas listo... ¡Maldita sea Noe Duncan, tienes 16 años y aun eres virgen! –
- ¿¡Y Qué!? –
Intentó levantarse pero Mark lo tomó con fuerza de los hombros, arreglándoselas para obligarlo a acostarse boca abajo sobre la cama, tratando de bajar los ceñidos jeans negros que parecían adheridos a la piel de Noe, con una mano intentaba esa tarea que parecía imposible, y con la otra abría su propio pantalón y estimulaba su miembro
- Quieras o no, esta noche dejamos de ser vírgenes –
Aseguró entre jadeos, alcanzó por fin a despegar la tela de la piel, y su cuerpo se estremeció al ver las nalgas de Noe, blancas, firmes, absolutamente redondas, su boca se llenó de saliva, y abandonó la mano con que acariciaba su pene para acariciar ahora la tersa piel de Noe, deslizando su mano entre el apretado lugar que formaban los glúteos, pellizcando cuanto podía, empujando con fuerza la punta de sus dedos en el interior de Noe, que apretaba con fuerza, sin emitir sonido alguno, tan solo resistía su cuerpo al acceso carnal que intentaba Mark, levantó su mano, para tomar de nuevo su propio pene con ella, y llevarlo hasta el lugar que previamente había violentado, sintió la cabeza de su pene rozar tan solo con la piel de Noe, la reacción a ese simple contacto fue más fuerte que su propio control de la situación, acelerando su llegada, llenando la ropa de Noe de aleatorias gotas de semen.
Tan frío como siempre, Noe al sentir que no había más presión sobre su cuerpo se levantó de la cama, acomodando su ropa, hablando sin ninguna expresión en su rostro
- Es mejor que te vayas Mark, igual no creo que seas capaz de nada ya –
Esperó a escuchar la puerta de salida ser azotada por el frustrado Mark y se cambió de inmediato la ropa, enrollando la que tenia y saliendo al cuarto de lavado, estando allí escuchó el auto de sus padres adoptivos aparcar en la acera frente a la casa, respiró aliviado, si había algo que Noel no soportaba era la soledad.
El constante ronroneo de la lavadora se detuvo anunciando que la ropa estaba lista, Noel levantó la tapa superior retirando su ropa aún húmeda, la llevó inconsciente a su nariz, adoraba el aroma a limpio.
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Un Instante para Noé | Frerard
FanfictionACLARACIÓN: Éste fanfic fue escrita por la autora Alegna, subido en 2012 por la usuaria MiliCats en el Hotel Bella Muerte. Cualquier publicación hecha por otra persona ajena al staff del foro Hotel Bella Muerte, se considerará robo y plagio por no...