No tienes idea lo difícil que es todo desde que ya no estás. Todo es tan malo y tan feo a mi alredor.
Quizá siempre ha sido así, pero yo sólo tenía ojos para ti y no podía ver más allá de ti.
Todo es tan difícil y doloroso.
No puedo renunciar porque ni eso me atrevo a hacer.
No puedo simplemente renunciar a seguir porque no se me es permitido.
Siento que esto no es nada comparado a lo que tú sufriste sólo para protegerme.
No sé qué debería hacer.
Cada vez que visito esos lugares donde pasábamos tantas cosas, donde éramos sólo tú y yo, donde todo era perfecto. Donde nada nos podía afectar.
Tú eras demasiado fuerte y es jodible el sólo recordar las cenizas en esa urna que consiguió Max, comprando a la vez una igual, pero a diferencia de la tuya era de color negra, contrasta con la blanco puro tuya. Él siempre te quiso y no soportó el que ya no estuvieras, siento la misma culpa que él, pero ahora me siento más culpable aún. No lo pude detener cuando dijo que iba a acompañarte, no podía procesar lo que había dicho y cada día cuando golpeo la pared de mi habitación imagino que soy yo por lo imbécil que fui de no poder protegerlos. Eran mi familia, pero Max dijo claramente que no había nada más importante en su vida que su hermana y su felicidad.
Fue muy precipitado, pero no lo culpo. Yo tampoco hubiera aguantado que si tuviera un mellizo que ha estado junto a mí desde mi nacimiento muera por algo que nos llena de rabia y odio.
Siempre estuviste al margen de todo, siempre fuiste quien nos daba ese hálito de vida a todos, siempre fuiste ese hombro para todos. Aunque estuviese celosa de ello a veces.
Me hubiera gustado estar junto a ti toda una vida, te lo digo todas las noches desde que recibí la llamada, después de leer tu carta con tu proposición, todas las noches pensando que quizás logres escucharme, pero me gustaría que descansaras en vez de verme sufrir. No quiero que llores por mí estando tan lejos, porque sabes que no podrás volver y que aún no puedo volver a ti.
Nuestro amor es como de Romeo y Julieta, eso somos.
Tú eres mi última Julieta y yo tu último Romeo.
Algo prohibido por el odio de la gente que no soporta personas como nosotros.
Siempre serás para mí la razón por la cual ya no puedo ver todo como antes. Antes me sentía sola, ahora estoy... Acabada.