9.

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Cuando llegué a casa comenzaste a golpear la puerta, me habías seguido todo el camino.

«Emma, ábreme la puerta» decías.

Pero nunca la abrí, luego de al menos una hora te cansaste y dejé de escuchar tu voz llamándome.

Emma.

She is EmmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora