Mamá: ¿No tienes algo que decirme?
Yo: No.
Mamá: ¿Segura?
Yo: ¿Por qué?
Mamá: ¿Por qué haces eso cariño? ¿Por qué te lastimas de esa manera?
Yo: Mama... La verdad es que... Lo siento.... (Me pongo a llorar).
Mamá: Ya lo sé, que lo sientes, yo también siento que tengas que llegar a eso extremos.
Yo: Lo siento...
Mamá: ¿Pero por qué?
Yo: Lo siento....
Mamá: No quiero que sufras de esa manera, no quiero que te sientas así. No es culpa tuya.
Yo: Ya pero no puedo evitar sentirme responsable y culpable de todas las cosas que me pasan. Y no puedo evitar sentirme así... Lo siento.
Mamá: Me decías que era el gato...
Yo: Ya...
Mamá: No lo hagas más, ¿Vale? O tendré que revisarte cada semana los brazos, las piernas, la barriga... Todo.
Yo: Te lo prometo. (Lo que ella ya no sabe es que ya no prometo con sentimiento, y que mis promesas dejaron de tener sentido hace tiempo.)
Al final mi madre se dio por vencida, dejó de preguntar el porqué, dejó de cuestionarme. Me dejó por imposible.. Y estaba decepcionada... Por eso no te lo contaba mamá, porque sabia que te decepcionaría... Y al final te has acabado enterando y por alguien que no soy yo. Soy un desastre de hija, un desastre de amiga y un desastre de persona.
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¿Y si soy yo?
RandomFrases, pensamientos, como nos sentimos... Es todo lo que envuelve este libro. NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 16 AÑOS