Dame Tu Cuerpo: Pasión Prohibida [Actualizaciones Lentas]

capítulo 6: la peor tortura

*Narra Rene*

No soy débil, no soy débil, no soy débil.

No dejaba de repetir eso mientras caminaba de un lado a otro en mi habitación, estoy desesperado,e estado jalando mi cabello y mi cabeza ya me dolió.

-No soy débil - dije para mi mismo y me senté en la cama.

Miré hacia una esquina y ahí estaba él, mi padre, observando cada uno de mis movimientos.

Pueden decir que estoy loco por ver a mi padre quien ya murió cuando yo tenia 15 años. Él murió y nos dejó solos a mi mamá, a mis hermanos y a mi. Mi madre se volvió loca cuando mi padre murió, no era apta para cuidar a mi hermano menor así que entre Diego y yo lo cuidamos. Diego es mi hermano mayor, en ese entonces él tenía 20 y mi hermano menor tenía 10. Ambos lo intentamos cuidar, hicimos lo que pudimos. Mamá no esta loca solo que no está en sus 5 sentidos, ella aveces si cuidaba a Marco, así se llama mi hermano menor, ella siempre lo quiso al igual que a Diego, pero a mi... A mi me dejó a un lado y no la culpo.

Ahí esta mi padre, observándome desde aquella esquina.

-Eres un débil -me dijo y yo lo observé-

-No lo soy -dije mientras me levantaba de la cama y me acercaba a él- No soy débil -caminé y me puse frente a él.

-Claro que lo eres, idiota. Esa chica solo tuvo que llorar para que tú la dejaras en paz. Eres débil Rene, débil -me lo dijo con desprecio-

-Tal vez ayer no lo hice pero ya van 2 veces que si, la hice mía 2 veces -me defendí-

-Y una tercera no está de mas.

-Lo se, pero ella no quería y yo... -me interrumpió-

-Y que importa si ella no quiere, el que manda aquí eres tú, no ella, de que te sirve tanto poder si no lo Aprovechas.

-Si lo aprovecho, ella nunca a querido estar conmigo y la obligué.

-Solo comenzaste bien, pero ahora te estás convirtiendo en un débil, si ella no quiere, obligála a que quiera.

Si quieres algo y el destino no te lo da, obliga a que el destino te lo dé, el destino no manda, el que manda eres tú. Si algo no llega por si solo, haz que llegue.

Esas palabras siempre me las decía mi padre cuando él vivía, eso fue lo que hice, forcé al destino, sí, yo ya había visto a Ariana anteriormente, la veía cuando ella iba o venia de la escuela, siempre la observaba y ella nunca lo notó. Me atrajo su inocencia, ella no es como las demás, no es como su amiga, ella es diferente.

Estaba ideando algo para acercarme a ella pero no fue necesario porque ella bino a mi por si sola, tal vez por un error pero yo me encargué de sacarle provecho.