Diferente a los demás/Pausada

Capitulo 6 - Un paseo por Londres

La luz que entraba por la ventana me despertó, fui abriendo poco a poco los ojos, oía música, y no sabía de donde venía, me senté en la cama y me di cuenta de que tenia los cascos puestos. Me los quite, vi a Ana dormida, así que cogí mi ropa sin hacer ningún ruido y fui al baño a darme una ducha. Me metí en la ducha, y mientras el agua caía por encima de mi, los recuerdos del día de ayer venían a mi mente. La llegada al aeropuerto y ver a Anne con el cartel con nuestros nombres, el decirnos que nos quedaríamos en su casa, el skype con Harry, la charla con Ana por la noche, había sido un día genial. El agua seguía cayendo, hasta que me di cuenta de que me había pasado casi un cuarto de hora desde que había entrado, así que me enjabone y me aclare, salí, me seque y me puse unos pantalones cortos con una camiseta que se caía y dejaba el hombro al descubierto que decía “Break The Rules” (rompe las reglas). Me maquille con la raya en el parpado de arriba, una sombra dorada para darle luz a los ojos y rimel, me deje el pelo suelto y rizado, como siempre.

Fui a la habitación, desperté a Ana porque ya era tarde, y entro en la ducha y yo la espere en la habitación, así que cogí el móvil y me metí en Twitter, miro las interacciones y veo que Harry me estaba siguiendo, cogí la almohada, me la puse en la cara y chille hasta que me quede sin aire. Vale, que si que ayer había hablado con el por skype, pero me comporte y no fangirlee porque no quería que pensara que era otra fan loca mas. Puse un poco de música y espere a que Ana terminara de ducharse para bajar a desayunar. Cuando bajamos nos encontramos a Anne acabando de desayunar.

-Buenos días – dijimos las dos a la vez a lo que reímos

-Buenos días chicas, sentaos y desayunar lo que queráis – nos dijo Anne

Nos sentamos con ella y estuvimos hablando de lo que íbamos a hacer. Nos dijo que iríamos a Londres, por la mañana iríamos a hacer turismo, y que para por la tarde nos había preparado una sorpresa. Cuando acabamos, subimos a por las cámaras y las mochilas, y a eso de las 12 estábamos montándonos en el coche camino a Londres. El camino se nos pasó de lo más rápido. Estuvimos cantando, hablando y riendo de cualquier tontería. Cada cosa que se nos venia a la mente la decíamos, formábamos frases sin sentido y acabábamos riéndonos a mas no poder.

Llegamos a Londres, mis nervios cada vez iban aumentando, este era uno de mis sueños, estar en Londres. El primer sitio que visitamos fue el Big Ben. Anne aparcó el coche en un parking que estaba a dos minutos del famoso reloj de Londres. Fuimos andando, y por fin, estaba en frente de esa preciosa torre del parlamento de Londres, ese reloj gigante que era famoso en el mundo entero, ese reloj que salía tanto en One Thing como en One Way Or Another.  

-Tía, mira que precioso es, pensé que nunca podría verlo en persona – le dije a Ana toda emocionada.

-Pues mira, aquí estas, y mira con quien, con Anne, ahora vamos, hay que sacarse fotos.

Estuvimos mas de media hora sacándonos fotos desde distintos ángulos, todas geniales, llegó la hora de comer, buscamos un restaurante barato, comimos y cuando íbamos a pagar, Anne se nos adelanto y pago ella, aun que nosotras ya le habíamos dicho que no hacia falta, pero ella aun así insistió. Nos fuimos al coche, Anne nos dijo que era hora de la sorpresa. Nos fuimos a una calle que estaba al lado de Hyde Park, nada más entrar, estaba la barrera, lo que decía que era una urbanización privada.

Tras pasarla, se veía un montón de casas lujosas. Pasamos un montón de ellas, hasta que notábamos que el coche se iba parando, y se paro justo en frente de una casa enorme, un jardín gigante, y por supuesto, una casa que yo sabía de maravilla de quien era, tanta veces la había visto a través de las fotos. La famosa casa de Harry Styles. En mi estomago parecía que había empezado una guerra. Estaba muy nerviosa, iba a ver a uno de mis ídolos. Baje del coche, y lo primero que hice fue sacarle una foto con la cámara. Anne llamo al timbre, y segundos después el portón por donde entraba los coches se abría, Anne nos dijo que entraría con el coche para dejarlo dentro, que la siguiéramos nosotras. Anne entro y como nos dijo, la seguimos, aun que íbamos a nuestro ritmo, estábamos contemplando la enorme casa en la que estábamos, cuando oímos una voz que reconoceríamos perfectamente.