capítulo 9

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HANNA.

De acuerdo, Tal vez lo planeaba menos descontrolado.

Estaba ebria, muy ebria.
Sabia lo que venia en este momento; alguien me tomaba, nos besábamos y luego íbamos en mi auto a tener sexo a su casa.

Pero no lo quería permitir.

Me salí de la bola de gente bailando o mas bien teniendo sexo con ropa.

Me sentía mas mareada de lo común ya que me he detenido de bailar.

La musica era mas intensa de lo común haciendo que la parte de tras de mis ojos estuviesen a punto de reventar.

Me apresure a ir a la barra, si no salia pisada por él montón de personas.

Cada pequeño paso que daba, hacia que los mareos vengan de una forma que sabía que me caería tarde o temprano.

Bien, fue temprano...
Pero en realidad fue una morena con un hombre que se apresuraron adentrarse al baño.

Me intente levantar, pero no tuve la fuerza suficiente, no me moví en lo absoluto.

Sentí unas manos que intentaron ponerme de pie, fije mi vista en las dos personas que me ayudaban.

Ian y Erick.

-Vamos enana, arriba - dijo Ian.
Me ayudaron a llegar a la barra y me sentaron.

-¿Estas bien?- pregunto Erick viendo mi rostro.

Pero solo asentí, estaba aun mareada y él sabor agrio de vomito ya lo saboreaba, pero no quería vomitar, odio vomitar, así que no me di él gusto y lo tome junto a un vaso de agua que Erick me tendió.

¡Dios, que asco!

-¿Quieres que llame un taxi para ti?- Erick estaba sacando el celular de su pantalón, creí que era una pregunta y no una afirmación.

Pero tenia mucha vergüenza de que primero me hayan levantado del suelo ebria.

Tome su celular y le di una sonrisa amable.

Quería demostrarles que no estaba ebria, aunque en realidad lo estoy,
Pero tenia mucha pena sobre que me estén ayudando.

-Estoy bien, me iré en mi auto - dije hablando lo mas normal que pude.

La cara de Ian no era nada agradable, sabia que se molesto por él echo de que no le voy a ser caso a su hermano.

-Hanna, que no vez que estas ebria ¿que quieres tener un accidente?- por la forma en que hablaba sabia que estaba sumamente molesto.

-¡Estoy bien! ¿de acuerdo?- mi voz salia normal, pero ellos no se la creían después de verme tendida en él suelo.
-Solo tome cinco cervezas y no hubiese estado en el suelos de no ser por los conejos que se apresuraban para ir al baño - las ultimas palabras intentaron salir arrastradas, pero tenia que ser fuerte, quería en verdad largarme a casa sola.

Ambos hermanos se vieron no muy convencidos, para luego volverme a mirar a la cara, básicamente era algo inútil verme bien, por las luces de colores.

Ian frustrado bufo y se dio por vencido, permitiéndome ir en mi auto no sin antes de darme una charla pequeña de ir con cuidado.

Erick no muy convencido también me dejo ir en él auto, ya que no le quedaba de otra.

Sabia que aun estaba ebria, sabia que estaba mareada, sabia que tenia sueño y él irritante dolor de cabeza aun seguía.

Pero no quería irme en taxi, porque a estas alturas de la madrugada no habían...
No en realidad les tengo miedo ¡todos le temen! Quien quiere que valla a medio camino y de la nada diga "me iré por un atajo" si claro atajo.

Además podría haber dicho que uno de los hermanos me acompañarán en su auto pero me negaría, a como dije, ya me levantaron del suelo ebria no quería otro favor que provenía de ellos al menos lo que restaba de la madrugada.

Al principio me costo encender él auto, ya que había hasta olvidando donde la guarde, pero luego la encontré.

A como había dicho anterior, mi departamento queda muy cerca por lo que iba lento.

Pero un mareo llegó, mi vista se nublo y me empezó a faltar él aire.

No me había dado cuenta que tenia presionado él acelerador, la falta de aire me incomodaba y hacia que ejerciera fuerza por todo mi cuerpo, intentando recuperar él aire.

Apoye mi cabeza en él volante, sin ver por donde conducía.

Nada pasaba por mi cabeza, No antes de que lo sintiera...

Algo impacto contra él auto, justamente en el lado donde yo me encontraba.

Él impacto fue tan agresivo que hizo que volviera a respirar y volver a pensar.

Pero lo único que se movió fue mi cabeza que reboto en la ventana y él auto que empezó a girar.

En cuanto iba girando solo me aferraba al volante.

Él dolor de cabeza era mas fuerte de cuando estaba en la discoteca, no tenia mareo, pero tenia miedo, él sabor a vomito ya no estaba, pero él sabor metálico de sangre en mi boca hacia que me sintiera peor.

Cuando él auto dejó de girar, yo no movía nada, no veía nada, solo se que tenia miedo y tenia los ojos cerrados, mis manos aferradas al volante se empezaron a debilitarse.

Se escucharon gritos terroríficos de ayuda, se escucharon ambulancias, se escucharon patrullas.

Pero yo no hacia nada, solo me concentre en una luz blanca, un puntito para ser exacta.

Mis manos al soltarme definitivamente, quedaron en él aire.

Un recuerdo llego a mi, donde jugaba junto Clary, cuando nos parábamos de cabeza y mamá nos regañaba porque decía que;
la sangre se ira a sus cerebros y se morirán.

Bueno, eso es verdad, ya lo sentía, no la sangre, si no donde mi cuerpo dejaba de funcionar y lo único que quedaba en vida era mi mente, dando a recordar toda mi vida.

Imágenes un tanto borrosas llegaron.
Papá, mamá, Clary...

Recordaba como era mi infancia, cada domingo familiar, cada juego con Clary, cada pelea que tuve con ella, cada abrazo que le di y recibí de ella.

Lo recordaba todo, quizá ese momento fue eterno, porque no tenia la menor idea de como toda mi vida la vi en segundos, en imágenes.

Y una mujer apareció.
No sabia si era un recuerdo o era una simple señora que dejaban para la entrada del infierno.

Quise reír por mis pensamientos, pero estaba Shock.

Solo veía a esa mujer de cabellos rubios, piel clara y ojos azules, una mujer hermosa, su edad delataba como unos treinta y tantos...

Pero él único pensamiento que llego es que no estaba en él infierno, no cuando escuche su voz celestial...


Don'tDonde viven las historias. Descúbrelo ahora