Capítulo 3

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Bajo del carro a examinar esta víctima. Pero un agente me detiene.

-¿Quién es usted? Retírese, este es mi caso- Me dice esta mujer, rubia de cabello liso, de ojos cafés, y de tez blanca como la pared.

-Vaya modales acá en Manningtree. En otras partes se saluda y se le da la bienvenida.

-¿Disculpe?

-Agente Mendes- Dice el comandante- Puede relajarse, es la agente Brooks, viene desde Londres a ayudar.

-No necesito ayuda Comandante, puedo con esto sola.

-Deje a la agente Brooks observar.

La agente Mendes bufa y se va a seguir mirando. Yo en mi caso me acerco a otros médicos forenses. Unos de cabello oscuro, moreno, ojos rasgados y labios hinchados, se me acerca.

-Disculpe señorita, pero no puede estar aquí.

Saco mi insignia y hablo.

-Agente Federal Brooks. El comandante Tristan George me citó aquí.

-Disúlpeme entonces.

-Quiero un reportaje forense de esta víctima.

-Déjeme y le pongo en contexto. Su nombre era Kristal Harrison. Tenía 27 años, trabajaba en Mcdonalds ya que su familia entró en quiebra lo cual no les permitió seguir manteniéndola en Oxford.

-Que pena eso.

-Sí, lo es. Fue identificada por Melissa Stone, una compañera suya que trabajaba con ella en McDonalds. Es familiar de este señor que también mataron... ah sí, el señor Raymonds.

-¿Directo?

-Es la hija de su hermana.

-Interesante.

Creo que ya voy armando el rompecabezas.

-Ahora sí lo que a usted le interesa- Caminamos un poco hasta encontrarme con el gran panorama. A comparación del señor Raymonds, esta estaba realmente diferente. La chica estaba... ¿Cómo decirlo?... Sin nada. Un incisión recta por todo el abdomen. Todos sus órganos vitales están distribuidos a los lados. Me asqueo al ver a un lado su útero- Desagradable. ¿Verdad agente?

-Que asco.

-Sí. En fin. A primera vista los cortes son bastante limpios, los órganos están en perfecto estado, en lo que se puede ver a ojo ciego, todavía hay que mandarlos al laboratorio para estar seguros. También tiene la garganta con cortes, y uno muy importante en la aorta, lo cual voy a suponer que fue muerte inmediata por la perdida de sangre. Por ahora no hay más que destacar. Además de que no hay huellas.

-Gracias. ¿Doctor...?

-Hood.

-Doctor Hood. ¿Cuando podría presentarme los estudios forenses?

-Trataré de entregarlos esta noche.

-Gracias.

Me devuelvo cuando algo capta mi atención. Saco un esfero y lo alzo. Es un pañuelo con las iniciales "JD". Vaya vaya.

-¡Doctor Hood!- Lo llamo, captando su atención y se devuelve.

-Este pañuelo estaba aquí en el piso. Quizás le pueda ayudar.

-Gracias agente.

Poso el pañuelo para que el doctor lo recoja. Vuelvo a subir al auto.

-¿Algo interesante?- Pregunta el comandante.

-Bastante. Al siguiente.

El agente Irwin sube y me mira.

-¿Que hay de nuevo?

-Cosas muy interesantes- Le respondo.

Arranca de nuevo mientras comienzo a pensar en teorías.

El Crimen PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora