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La joven despertó de golpe, algo mareada aún por aquél sueño, se sentó en la cama y dejo qué un suspiro largo se escapara entre sus labios. Estaba cansada de tener que soñar lo mismo desde hace diez años y con amargura veia qué esa pesadilla tan vivida nunca la dejaria en paz.
Miro el reloj sobre la mesa de luz y chasqueo su lengua.
04:12.
Lamentaba sus noches por culpa de el sueño y de la sensación qué lo acompañaba, esa sensación de ser observada y no encontrar nada ni nadie por donde donde mirara.
Cerro los ojos y trato de calmarse, se acostó de golpe dejandose caer sobre la suavidad del colchon y tapando su cara con la almohada probó intentar conciliar el sueño otra vez.

Afuera un automovil paso con las luces altas iluminando por un instante la habitación de Aylen, las imagenes se impregnaron en la pared como si de un lienzo se tratara. Sin que Aylen supera y en el silencio de la noche una imagen monstruosa de una bestia críptida se dibujó.
Quizas ya era tiempo de que se supiera la verdad.

Susurros Capitulo 1
Nacimiento

El sonido de una bocina la despertó a medias, quizas tan solo 1/4, el mirar denuevo el reloj la despertó 1/4 más, pero el recordar en su somnolencia qué era jueves y tenia clases la desveló completamente.
07:02.
Solo tenia doce minutos para cambiarse, peinarse, lavarse los dientes y correr como una idiota hasta su colegio.
De un salto salió de la cama y busco sus pantuflas, corrió hacia la cocina y se sirvio una taza de café que su padre habia preparado antes de irse a trabajar, luego fue al baño para empezarse a peinar y de paso desayunar pero al dar un primer sorbo supo que no queria mas. El sabor amargo de aquel café era horrendo y sin pensarlo lo tiró.
"Genial!" pensó "encima de llegar tarde no desayunaré".
Se vistio lo mas rapido que pudo y antes de salir se miro por ultima vez en el espejo del living.
Ahora a correr.

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Tres hombres sentados al rededor de una mesa bostezaban y miraban sus moviles de manera impasible. Hacia dos horas qué esperaban a su anfitrión, el cual no daba indicios de querer aparecer. La habitacion era solo iluminada por una pequeña araña en el techo y el unico sonido, aparte de el suyo propio, era el del aire acondicionado y para rematar el sombrío ambiente solo se contaba con una puerta y por ende una sola salida.
Uno de los hombres fue el primero en hablar.
- Hasta qué hora deberemos esperar? En la Asociación me esperan y no se si recuerdan qué también soy director de un colegio-.
Otro hombre, quizas mayor que el, le respondió.
- No se si a todos nos llegó el mismo E-Mail pero...- hizo una pausa para mirarlos- las circunstancias ameritan que nos quedemos y esperemos lo que debamos esperar-
El primer hombre sonrió y en voz baja, casi sin abrir los labios dijo - Claro! Como se nota que no tienes ni una cuarta parte de mis responsabilidades-
El tercer hombre sonrió y se dejo relajar completamente sobre la silla.
- A mi también me está cansando la espera y saben algo... - hizo una pausa para acomodarse en la silla - opino que los tres debemos irnos y olvidar este asunto.-
-Eso es imposible! - protestó el segundo hombre - no se si entienden las circunstancias que nos reúnen aquí...-.
Inmediatamente fue interrumpido por el primer hombre quien con mirada incipiente dijo -Ya esperamos mucho y en verdad me parece una perdida de tiempo-
El tercer hombre volvio su mirada hacia el segundo hombre, ignorando completamente al primero y sus intenciones de marcharse. Con un tono de voz calmado le hizo una pregunta al primero.
-Porqué consideras tan importante esta reunión?-
El primer hombre solto una risotada y se detuvo para oir la respuesta. El segundo hombre de manera nerviosa miro a las dos personas que estaban con el, por un momento no respiro ni emitió el minimo ruido, luego de unos segundos y cerrando los ojos respondió.
-Si nos citaron a esta reunión es por algo importante, de otra manera hubieran estado menos apresurados en notificarnos- hizo una pausa ya que sentia la presión de decir estas cosas, luego de tragar saliva prosiguió. Las palabras que salieron de su boca y la autoridad con la que las dijo tomo por sorpresa a sus oyentes - A mi forma de verlo ninguno en esta habitación deberia irse sin importar que cargos o responsabilidades tenga, nada tiene que ver si es el jefe de diáconos.....- miro al primer hombre- o el presidente de la Asociación-
El primer hombre, quien a cada palabra que este hombre dijo le ponia su pizca de ironia, solo rió. El segundo hombre miro por el rabillo del ojo al primer hombre y se levantó de la silla en la que se habia mantenido hasta el momento - bueno, suerte con la espera amigo. Espero que le vaya bien pero nos vamos-
-Concuerdo con usted-dijo el primero y volvio a dirigirse a la puerta.
El segundo hombre sintió algo en su pecho, como la sensación de que algo esta mal y no sabes que es, pero su convicción era fuerte y por nada se iría de ese lugar. Cerro los ojos y apoyó la cabeza en sus manos.
Un estruendo intenso lo sobresaltó haciendo que abra los ojos y mire al foco del sonido.
En el piso estaba en primer hombre, tomandose la pierna y mirando al tercero, quien sostenia una pistola; no entendia nada.
- No creo que necesitemos a un presidente de la Asociación cojo al igual que no necesitamos a un presidente de la Asociación arrogante y sin el menor grado de preocupación asi que....-
Fueron vanas las súplicas del primer hombre al igual que sus lagrimas. Al cabo de 10 segundos otra bala se encontraba alojada en su cabeza y, contra la pared y puerta de la habitación, las salpicaduras de su sangre eran visibles aún en la tenue oscuridad.
- Considerate despedido- fueron las ultimas palabras del tercer hombre antes de volverse a la mesa al msmo tiempo que se limpiaba del rostro pequeños y rojizos restos del primer hombre.
El segundo, inpactado por lo que sucedió, quedó en un estado catatonico. Queria gritar pero su garganta no respondía, su rspiracion era dificultosa y sentia el corazón acelerado a mas no poder.
El primer hombre al sentarse no pudo evitar reir al ver como el segundo hombre miraba con horror y asombro la escena.
-Tranquilo- dijo con tono apacible- el se lo buscó. Ahora si podemos empezar con la reunión....- hizo una pausa y puso su portafolios sobre la mesa, luego lo abrió y saco varios papeles y un bolígrafo. - Antes que nada, es necesario que firme estos papeles- le ofreció los documentos al segundo hombre, quien aún un poco desorientado los recibió. Cuando este empezó a leerlos no pudo evitar preguntarle al segundo hombre que significaba eso. El segundo hombre sonrió y ofreciendole la mano, aún manchada de sangre, le dijo -Espero que nos guie con sabiduria nuevo presidente de la Asociación Adventista-

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