Tercera parte

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Un día me acuerdo que estaba en mi casa tirado viendo la televisión, el entrenador de basquet me habia dicho que ese día no se entrenaba, y yo al volver de mi escuela al mediodía me habia puesto mi pijama y me habia olvidado de todo. Entonces, a eso de las 5 pm suena el telefono, siempre odie que me llamaran en la mitad de una serie, me cortaban todo el rollo, toda la ambientación por la que el director de esta serie habia trabajado para metérmela en la cabeza y atraparme en ella. Pause la reproducción y corrí a atender el telefono, era mi padre, habia llegado al club donde yo entrenaba y estaba el entrenador, le dijo que había podido zafar del inconveniente y que la practica se iba a realizar.

Tenía que llegar para las 6, asi que me puse lo primero que encontré y, por supuesto, mi campera verde, apague la serie y todas las luces de mi casa, Salí y cerré todo con llave, vivía en una zona peligrosa. Baje corriendo la escalera del edificio, alguien ocupaba el ascensor en otro piso, Salí del edificio y corrí a la parada del colectivo. Cuando intente pagar el boleto paso lo peor, me había olvidado la tarjeta del colectivo, era lo peor que me podia pasar en ese momento, me bajé en la parada siguiente a la que me había subido y otra vez a correr hasta mi casa, volví a entrar subir buscar las cosas y bajar.

Yo siempre acostumbro a dejar el ultimo boleto del colectivo en mi billetera, asi se cuanto me queda en la tarjeta, cuando llego otra vez a la parada me fijo ¡¡ME QUEDABAN $2!!, no lo podía creer, con eso no llegaba a ningun lado, y el kiosco mas cercano que cargaba estaba a dos cuadras. Fui hasta allí y me quede en la puerta, habían cerrado antes ese día, el dueño habia tenido familia y sus empleados eran sus amigos, asi que se habían ido a visitarlos, eso me lo había enterado más tarde, pero esa es otra historia. Bueno, en ese momento tenía que encontrar un lugar para cargar la bendita tarjeta, le pregunte al verdulero que estaba en el negocio de al lado, no habia un kiosco que la cargue en 8 cuadras a la redonda, asi que tome una decisión, eran solo 3 km hasta el club, yo ya había corrido carreras de hasta 10 km, así que eso no era nada, comencé a correr hacia el club, no queria llegar tarde.

La ciudad en donde vivo es muy peligrosa, los vehículos que circulaban a esa hora eran re cebaditos, iban a 1000 x hora y no se fijaban, y si, yo corría por esas calles. Cuando quedaban solo unas 7 cuadras miro el reloj, las 5:53, faltaban 7 cuadras, tenía que apurarme a llegar, asi que empecé a correr mas rapido.

Faltaban solo 2 cuadras, y yo, como el genio que soy cruce la calle sin mirar, NUNCA HAGAN ESO!. De la nada apareció un colectivo y casi me lleva puesto, literalmente me tire a la vereda. El colectivo desacelero la marcha y toco uno de los bocinazos mas largos que alla escuchado en mi vida.

Seguramente ese colectivero me habrá puteado de tal manera que la señora que estaba en los asientos de adelante se bajara en la parada que seguía. Cuando me levante del suelo me dolía todo me había echo muy mal al caer, miré para todos lados, di gracias a dios por haberme salvado de ese colectivo y seguí mi paso hacia el club. Llegue justo un minuto antes de que comenzara para que 10 minutos despues el entrenador recibiera una llamada y tuviese que irse, ese compromiso que tenía, y del cual habia zafado, le habia resurgido, asi que nos desobligo. Ese fue el día en el que casi me choca un colectivo, un día entretenido cuanto menos.

Volví a mi casa cegándome en todo lo cagable y me tire otra vez a mirar tele, nadie me iba a levantar hasta el día siguiente. Espero que les este gustando estas historias.

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⏰ Última actualización: Feb 05, 2019 ⏰

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