- ¿Puedes...?
- ¿Puedo...?
- ¿Leer la mente?- dije con un tono asustado.
- Jajaja si cariño- me dijo con un tono muy coqueto mientras dejaba la camisa en la estantería.
- Oh ya- lo mencione con un tono tratando de ocultar mi asombro
- Oye necesito llevarte a algún lado, quédate aquí mientras me doy una ducha - Quedándose a la expectativa
-AH - exclamé
Esperé y esperé
¿Es que los chicos se tardan tanto?
De repente me empezó a doler la cabeza, me palpitaba.
Fue tanto el dolor que me caí.
Vi que Gary se acercaba a mi y me sujetaba en brazos.
Que lindooooo - pensé
Él se rió.
- Aún casi desmayada eres una pervertida - dijo él
- Seee - dije yo en un susurro
Todo se desvaneció
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- No es nada, los ojos empezaron a cambiarle, bueno saben que se tienen que salir y crecer otros con diferente color - escuché decir a alguien como si le estuviera platicando a un niño pequeño
- ¿Y sabe de que color los tiene? - preguntó probablemente Gary rodando los ojos por lo anterior
- Tal vez los tenga morados como su madre - dijo un médico
Espera ¿Qué?
