Al día siguiente 20 estruendosos esqueletos empezaron a revolverme la cama y me desperté bastante sobresaltado. Bueno, no os lo he dicho, como nos dividimos por habitaciones, yo estoy con los demás esqueletos así que el despertar para mí no suele ser tranquilo que se diga. A ver, tampoco espero un chocolate caliente... con unos churros...pero ni tanto ni tan calvo! Que uno tiene que descansar y estar tranquilo!
Bueno pues a lo que iba, después de desayunar una pequeña taza de leche me dirigí a el área de entrenamiento porque tocaba que dijeran los que estarían en la baraja bélica luchando por unos buenos trofeos durante todo el día. Por el camino me encontré con las Arqueras peleándose...la Bruja amenazando...el Gigante perdonando a la mini P.E.K.K.A. por haberle dado un machetazo...todo normal, porque así es todo aquí, cada uno con su carácter...
"Hoy los elegidos para luchar por su equipo en la arena y esforzarse al máximo para..." A partir de ahí dejé de escucharle. El Rey de la Torre de Coronas al que protegemos es amable y buena persona...pero se pasa bastante con los sermones de antes de cada batalla. Así que os saltaré esta aburrido "monólogo" e iré directo al grano.
"...los elegidos son: la Bruja, el Gigante, la mini P.E.K.K.A., las Flechas, las Arqueras, el Ejercito de Esqueletos, la Bola de Fuego y...el Bebé Dragón"
No me sorprendió que no me eligieran, ya es algo normal. Los elegidos fueron pasando lentamente hacia los puestos en la baraja y fueron transportados a la arena.Ey tu! Si tu, el bombardero! -dijo la Mosquetera-.
Es a mi? -respondí yo bastante nervioso-.
Si -dijo mientras se iba acercando- ¿te apetecería dar una vuelta por aquí? Es que como no me han elegido...además, no te conozco bien, quizás podríamos ser amigos.
Em...vale...yo...soy bastante tímido...-dije entre dientes-.
Da igual! -dijo alegremente- a veces hay que probar para ver si estas agusto...en fin, vienes?
Vale -respondí finalmente-.
Ya os dije que la Mosquetera era muy amable y social pero nunca me imaginé que pudiera querer estar conmigo...al fin y al cabo, nunca hablo con nadie.
Empezamos a andar sin rumbo hablando de cada uno, me explicó como aprendió a usar su cañón, sus gustos...yo solo la pude decir cosas sobre que normalmente no me escogen en la baraja pero que aun así practico muchas veces pretendiendo mejorar.
Pero hubo en un momento en el que de tanto hablar llegamos a un callejón sin salida. Podría deciros que simplemente volvimos tan tranquilos pero, os mentiría. No sabíamos como volver y estábamos bastante nerviosos porque cada vez estábamos más desesperados. Hasta que en un momento me apoyé en la pared y espezaron a sonar extraños sonidos, eran como movimientos de piedras que nos abrieron un pasadizo y en el que había unas letras inscritas en la piedra: "Arena 1: Estadio Duende", ponía en la piedra.
En un segundo la dije que intentaríamos volver pero que yo ahí...no iba. Ella me dijo que no sabríamos volver y que podría ser la oportunidad de conozer nuevos lugares.
Casi arrastras la Mosquetera y yo entramos en el pasadizo, no sabíamos que nos encontraríamos, pero ambos sabíamos que nos esperaba una gran aventura.
ESTÁS LEYENDO
Historias De Un Bombardero
FantasíaEn este libro un Bombardero del juego Clash Royale nos cuenta las historias que pasan tras los combates, su relación con cada persona...