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Ashley tiro una carcajada fuerte.

-¡Si claro! y mi novio no me engaño- se burló sin humor al recordarlo.

-¿Que es gracioso? en algún momento pensaste en vender tu alma y yo vine por ella-dijo el "señor diablo".

Ashley decidió comenzar a caminar para dejarlo atrás, pero él la siguió.

"Es imposible solo imaginárselo"

-Sí, es imposible- él chico hablo a su lado -lo siento me metí en tus pensamientos.

-¡Eres un demente!-Ashley corrió ,dejando todas las cosas ahí.

Luego iría a comprar pero no con ese tipo loco mintiendo a quizás cuantas personas y dándoles miedo por ahí, pero no a ella.

Cuando llegó a casa, se sentía algo asustada, pero no el todo. Fue directo a su habitación, pensando que una buena siesta seria la solución para calmar un poco sus nervios.

Media hora después, comenzó a removerse algo incomoda en la cama,esa sensación de una mirada sobre ella, la hizo abrir un poco los ojos.

Pero al instante, su respiración se corto y sus ojos ardieron al abrirse mas, apreciando la figura masculina a su lado.

-¿C-como entraste aquí?- se alejó rápidamente de él.

-Tranquila Ashley, puedes caerte–el chico ladeo la cabeza, notando la incomodidad de la escena.

-¿Q-que quieres?- se sostuvo de su mesilla de noche, alejándose poco a poco de la cama.

-Solo quería asegurarme de que usted señorita, no me este tomando por loco- se apoyo en la cama, sentandose en esta cómodamente.

-N-no, yo solo ...creo que eres un enfermo mental o algo así- suspiro alterdada y medio sonrío tratando de no lucirlo.- ¿Cómo entraste? ¿Forzaste la puerta? ¿La ventana tal vez? – se delizo avanzando por la pared, tratando de ir hacia la salida.

-¿Que?- frunzo el ceño-¿ Crees que yo, soy algo así como un jodido ladrón para rebajarme a eso?- suspiro con gracia-

-¿Sabes qué? voy a llamar a la policía, no tienes nada que hacer aquí- su tono de voz salio tan apresurado que casi se mordia la lengua.

Trato de correr hacia su peinador, pues su celular se encontraba ahí, pero el chico se levanto de la cama, interpoiendose en su camino.

-Llámala, nunca llegarán- sonrio ampliamente.

-¿No? ¿Quieres apostarlo?- empezó alejarse de el de nuevo- M-mi padre es uno de ellos, en cualquier momento estará aquí.

- ¿No creo que quieras ver a todos los colegas de tu padre muertos en el camino y yéndose al infierno, no?- La expresión del chico se volvió neutra, tomó el celular del mueble y comenzó acercarse a ella. –¿Quieres que me largué? Dime de una maldita vez, que quieres a cambio de tu alma.-

Ashley jadeo sin gracia.

-Tan grave es tu ezquisofremia para venir y buscarme, ¿solo para seguir diciéndome que eres el diablo?- tiro una carcajada nerviosa- Amigo, no quiero nada a cambio, el diablo no existe-.

Eso fue suficiente para que el chico sonriera ampliamente, pero no una normal. Una donde las comisuras de sus labios se elevaban tanto, que dejaban a la vista unos cuantos dientes puntiagudos, sus ojos comenzaron a oscurecerse y de su alrededor, una aurora negra y espesa podía notarse.

-No niña, no me gusta que nieguen mi existencia- La combinación de varias voces en la suya, podría poner a cualquiera frío del miedo. –Deja de jugar a la valiente y dime...que deseas, te lo daré-.

-Tu no existes..- logro murmullar. –Estoy soñando- añadió entre quejidos, pues el miedo comenzaba acomularse en su pecho.

Pronto abrió los ojos al mirar como la imagen de aquel ser se acercaba tan aprisa, que logro sentir el ardiente aire que provocaba con el movimiento.

-Regresare por ti,Ashley- esta apretó los ojos y sintió el ardor en su rostro, pues estaba a unos centímetros de ella. –serás mía-

Desaparecio.

Ashley estaba petrificada.

Broken*

El Diablo es malo,pero no feo (EDITANDO) 《Malik》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora