Capitulo 12

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Casey y Olivia siguieron conversando cerca de media hora mas, Liv miro el reloj para confirmar la hora, estaba muy cansada y al parecer la comida le había caído mal, sentía el estomago un poco revuelto, y el jugo poco ayudo a quitar la sensación, “Casey… tengo que irme, Elliot esta en casa con el bebé y en cosa de minutos van a llegar sus hijos”, Casey también tenia que unirse con Pablo en media hora, ambas mujeres se despidieron con un abrazo amistoso, “trata de descansar Liv… te ves cansada”, le dijo dulcemente Casey, “nos vemos”, ambas mujeres hicieron sus respectivos caminos.

“El… voy en camino”, Liv paro un taxi ya que Elliot se llevo el auto para ir a casa.

“Liv… vamos saliendo con los chicos a este restaurante que Maureen quiere conocer hace semanas”, le aviso Elliot, por suerte ella iba en la misma dirección, “nos vemos en el restaurante entonces”, le dio la nueva dirección al conductor, no estaba en el estado de animo para comer, pero quería pasar tiempo de relajo.

“Liv” gritaron los chicos cuando la vieron entrar, haciéndole gestos a la mesa donde estaban esperando por ella, estaban los seis niños, Eli y Ben en sillas para bebés, Elliot le hizo un gesto para que se acomodara a su lado, Eli estaba al lado derecho de Elliot y Ben estaba al lado izquierdo de Liv, “¿ya ordenaron?”, pregunto ella cuando termino de saludar a los niños, beso a Ben en la frente, por suerte el bebé estaba lo bastante entretenido con Maureen a su lado que no exigió que lo tomara en brazos.

“Estamos esperando por ti…nena”, asumió Elliot, haciendo un gesto al camarero para realizar su orden, “ustedes tienen una gran familia”, dijo el camarero, seis niños era una familia numerosa “gracias” respondió Elliot,.tomaron algunos minutos para ponerse de acuerdo en lo que querían, “¿algo mas señor?”,pregunto el camarero, Elliot miró a Olivia, “estamos bien”, retiro el menú, y se fue, conversaron animados hasta que llegaron sus pedidos, y los niños casi lo devoraron al igual que Elliot, Liv por su parte a penas había tocado su ensalada, Maureen se acerco a Liv para no llamar la atención de los niños que estaban concentrados conversando con Elliot, “¿estas bien?”, Olivia hizo un gesto de sorpresa “si, ¿Por qué?”, Maureen se acerco un poco mas “estas pálida”, Liv no se sentía bien, si Elliot se daba cuenta se iba a preocupar, trato de poner su mejor cara de estoy bien, “solo cansada cariño”.

Después de que terminaron la cena, Elliot se levanto para pagar, “Maureen puedes ver a los niños… voy al baño”, Olivia casi voló en dirección al baño, de seguro cogio algún tipo de virus, alcanzo a llegar justo al baño antes de vomitar, “mierda” gimió cuando vacío su estomago, tenía nauseas y vómitos, se levanto apoyada en la muralla de la separación del baño, el mundo giro ligeramente, “algo no estaba bien”, pensó cuando se le aclaro la visión, trato de arreglar un poco el maquillaje, y la ropa, bebió algo de agua para refrescar su boca, no tenía un cepillo de dientes a mano, pero por suerte siempre andaba con mentas en el bolsillo.

“Estábamos esperándote, estamos listos”, todos tenían sus chaquetas en la mano esperando por Liv, “estoy lista” afirmo Liv a todos que la miraban, de seguro no tenía muy buen rostro, por que Elliot no quitaba los ojos de ella, tomo a Ben de los brazos de Maureen e hizo su camino a la van, no quería responder a la pregunta no formulada por Elliot, en realidad no sabia si se sentía bien.

Entraron a la casa todos tranquilos, tener seis niños requería algo de disciplina, “recuerden mantener el orden chicos” advirtió Elliot a sus hijos cuando iban a empezar a dejar sus cosas tiradas por cualquier parte de la sala de estar, Olivia no iba a ordenar las cosas de los niños mayores, solo cuidaba las cosas de Eli y de Ben, que eran bebés.

Ben estaba sobre su hombro, balbuceando y forcejeando ligeramente en los brazos para dar la vuelta, “¿no quieres perderte nada de tus hermanos?”, asumió Liv al notar al bebé inquieto en sus brazos, por lo general era tranquilo, pero cuando estaban los chicos le gustaba llamar la atención, “¿quieres venir a jugar conmigo?”, pregunto Dickie, tomando a Ben de los brazos de Liv, “me avisas si se pone inquieto, pronto va a tener hambre y va a ser su hora de dormir”, le advirtió al niño mirando el reloj, Ben por lo general estaba en su cuna cerca de las 9, pero los fines de semana le costaba hacerlo dormir, por suerte Eli se quedo dormido en el camino del restaurante y ya estaba en su habitación, muerto para el mundo, desafortunadamente eso significaba que el día sábado iba a empezar muy temprano, aunque con el horario de Ben, Liv generalmente despertaba cerca de las seis de la mañana para alimentar a Ben y su día no paraba desde ahí.

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