Espérenme aquí”, Elliot salio corriendo detrás de Olivia, la puerta estaba abierta y podía escuchar el ruido de las arcadas, de seguro estaba en el baño, pensó Elliot mientras hacia su camino al cuarto de baño mas cercano, “¿Liv?”, pregunto tratando de advertirle su presencia, ella estaba en el lavabo aseándose, “eso fue un poco incomodo” le dio una pequeña sonrisa a Elliot, “ellos no se dieron cuenta Liv, están esperando afuera”, ella respiro aliviada, “bien, no quiero arruinar el paseo”, corto el agua del lavabo y se seco la frente, tratando de ignorar su reflejo pálido en el espejo, “creo que debemos volver si no te sientes bien”, ella lo miro “no… vamos hace tiempo que no salimos al parque, el aire me va a ayudar, esta es la forma en que mi cuerpo me advierte que esta cansado”.
Elliot pensó por un segundo, “no voy a decir nada solo para no asustar a los niños, pero si esto sigue pasando me lo debes decir, y vamos a ir al médico, quizás estas estresada o algo así”, ella lo beso en los labios suavemente mientras sus manos jugaban con su cabello corto, “esta bien”. Un punto ganado para Elliot sin mucha lucha, “guau eso fue rápido”, no la había tenido que empujar para que ella aceptara, “eventualmente” ir al doctor.
“vamos antes de que me arrepienta”, Elliot estiro una mano y ella la acepto entrelazando sus dedos.
“¿te gusta el pasto?”, Liv puso a Ben en el suelo con una manta, Eli estaba jugando futbol con Elliot y Dickie a unos metros de ellos, “cuando seas mas grande podrás jugar con tus hermanos y papá con el balón”, era uno de los deseos de Olivia cuando estaba embarazada, tener un niño para que jugara con Elliot, puso a Ben en sus muslos mientras él hacia un esfuerzo para ponerse de pie, “¿ya quieres caminar?, creo que aún eres muy pequeño para eso”, de seguro él quería poder caminar pronto para jugar con su papá y sus hermanos, ella disfrutaba de la vista delante de ella, una familia, a pesar de todo era su familia, su novio, sus hijos y en sus brazos su propio milagro.
“¿estamos listos?”, pregunto Elliot, era la hora de volver a casa, se estaba volviendo frió y con la última enfermedad de Ben no quería que ni él ni Eli cogieran un resfriado.”si” asintieron el resto de los niños, tomaron algunas de las cosas que habían llevado para su día en el parque.
Por suerte era domingo, pensó Liv mientras se estiraba en la cama, los niños y Elliot habían ido a la misa, Ben había despertado hace una hora, lo alimento y lo acomodo a su lado en la cama para que tomara otras horas de sueño, la casa era tranquila por un par de horas, no le molestaba tener a los niños de Elliot con ellos los fines de semana, pero ella se sentía particularmente mal este fin de semana y no quería que los niños se preocuparan, siempre estaban pendientes de ella, de seguro eso lo heredaron de su padre. “buenos días cariño, vamos a bañarte para que cuando llegue papá huelas tan bien como él”, tomo al bebé y se levanto lentamente, sintiéndose ligeramente mareada.
Una hora mas tarde estallo nuevamente la casa en risas y conversaciones, “se ven muy guapos”, los tres hombres estaban vestidos con traje, Dickie y Elliot llevaban chaqueta y corbata, Eli llevaba pantalón y una camisa, por suerte para él no llevaba ni chaqueta ni corbata, las chicas llevaban vestidos, todos se veían muy bien en sus vestidos y trajes de domingo de misa, ella quería acompañarlos alguna vez, pero definitivamente ese domingo no era el día, una visita a la iglesia al menos si quería en algún momento cercano bautizar a su bebé, pero solo una vez.
“¿todo bien nena?”, pregunto Elliot besando ligeramente sus labios, y besando la frente de Ben, él quería preguntarle como se sentía, pero la pregunta iba en esa dirección, “yo creo” ella en realidad no sabía si se sentía bien o no, “chicos… vayan a cambiarse”, los niños fueron a sus respectivas habitaciones, “ven aquí pequeño”, Elliot tomo a Ben de los brazos de Liv, “voy a cambiar a Eli”, Liv fue a la habitación del niño para ayudarlo a ponerse mas cómodo, ambos tenían una relación especial, “¿esta polera?”, Liv estaba sacando ropa para Eli, el niño asintió, “te vas a ver muy guapo”, ella quería que Eli no se sintiera desplazado por el bebé, y trataba de estar para el pequeño y ayudarlo a veces.
