______ tomó unas 15 pastillas en su mano y se las metió en la boca. Lo único que quería era olvidar, olvidar a Matthew ya ese dolor que tenía en su corazón. Su vida era una mierda ahora. No entendía por qué pero lo seguía amando, con la misma o más intensidad que antes.
Tomó un trozo de papel y comenzó a escribir. Sus dedos fluían mágicamente, necesitaba desahogarse, necesitaba sacar todo lo que llevaba dentro, necesitaba sentirse libre de todo ese peso que la consumía por dentro.Necesitaba decirle a Matthew todo lo que ella sentía… Cuando terminó miró la hoja de papel sabía que no era la mejor carta que alguna vez se haya escrito, pero era una carta que salía de lo más profundo de su corazón. Dobló la carta y la metió en un sobre blanco. Sintió un pequeño mareo pero lo ignoró. “Matthew” escribió _______ con letras grandes en la parte trasera del sobre y lo dejó sobre su mesita de noche.
_______ sintió un dolor punzante en el estómago y luego otro en el pecho. ________ sabía a qué se debía eso y siendo sincera no tenía miedo de lo que estaba por suceder. Se recostó sobre la cama y sus parpados lentamente se fueron cerrando. De repente la chica cayó en un profundo sueño, un sueño del que jamás despertaría.
Ahora si se podía decir que _________ Atlas por fin descansaba en paz.
(...)
Un auto aparcó frente a la casa del chico y del salió un hombre alto, de compostura gruesa. Vestía un traje negro y unos lentes obscuros. Se encaminó hacía la casa de Matthew y cuándo llegó a la puerta tocó el timbre. La puesta se abrió dejando ver a una mujer alta, blanca y con el cabello castaño oscuro y corto.
- ¿Si, que desea? – Dijo aquella mujer, Christina.
- Disculpe Señora, ¿Aquí vive el joven Matthew Daddario? – Dijo el hombre de traje con una voz muy gruesa y seria.
- Sí. ¿Para qué lo quiere?
- Me mandaron para informarle sobre un suceso ¿Me deja pasar?
- ehh… si, claro. Pase, Matthew está en la sala.
El hombre entro a la casa. Apenas cruzo el umbral de la puerta divisó a un chico sentando en la sala mirando la Televisión. Cuándo Matthew notó la presencia de aquel hombre se giró a verlo con cara sorprendida, era obvio que no sabía qué hacía él en su casa.
- Mamá. ¿Qué hace él… - Matthew no pudo terminar su pregunta ya que Christina lo interrumpió.
- Él viene a informarte sobre algo. Señor, si pudiera comenzar. – El hombre asintió con la cabeza, después de eso Christina apagó el televisor y se sentó alado de Matthew, el hombre de traje se sentó frente a ellos.
- Bueno… -Comenzó diciendo el señor. – Antes que nada mi nombre es Robert y pues… esto es difícil. –Dio un suspiro y siguió – Tengo entendido que ustedes conocían a la chica _______ Atlas ¿No?
- Sí, pero señor Robert… ¿Cómo que ‘conocían’? – Dijo Christina
- Eso mismo señora Daddario. Hace dos días encontraron a la señorita Atlas sin vida en su habitación, al parecer sufrió una sobre dosis con los antidepresivos. – Christina Se tamo la boca con las dos manos, sorprendida y horrorizada. Lágrimas comenzaron a resbalar por sus mejillas, no podía creerlo; ella quería a _______ como una hija ya que casi siempre (durante los tiempos en que fue la mejor amiga de Matthew y posteriormente su novia) ______ se la pasaba en su casa, y aunque hace más de un año que no la veía desde que terminó su noviazgo con Matthew la seguía apreciando y ahora enterarse de que aquella chica risueña que recordaba se había suicidado simplemente había roto el corazón. A Matthew en cambió se le habían acabado las palabras. Su _______, Muerta. Simplemente no quería aceptarlo. Se quedó mirando fijamente a ese hombre, luego tendría tiempo de llorar por ella a solas.
- Gracias por avisarnos – Dijo Christina ahogando un sollozo al ver que su hijo estaba con la mirada perdida, con lágrimas en los ojos y sin decir nada. Ella sabía que aunque Matthew había roto todos sus lazos con aquella chica, aún la quería. Y aunque _______ nunca se enteró sobre eso, la verdad era de que Matthew se había enamorado de ella desde que la vio por primera vez en aquel parque pero que le llevó más de 5 años poder confesarle sus sentimientos. Su hijo aun la amaba, porque, como dicen: ‘Como el primer amor no hay ninguno’.
- No hay problema – Contestó Robert. – Pero no vine solo a eso. – Christina miró sorprendida a Robert mientras este sacaba una pequeña carta de su bolso derecho de su chaqueta.
- Encontramos esto en la mesita de noche de la chica, justo alado del cuerpo. –Dijo mostrando aquel sobre que tenía escrito un ‘Matthew’ en la cara del el. – Preguntamos a todos sus conocidos y al parecer el único Matthew que ella conocía eres tú, Matthew Daddario - Mientras decía aquella palabras miraba a Matthew, quién en ese momento dejo de ver a la nada para prestar atención en lo que el Sr. Robert decía. El Sr. Robert le entrego el sobre a Matthew y este lo recibió con los ojos como platos. Así que _______ le había escrito una carta...
- Bueno, creo que eso es todo lo que tenía que hacer – El Sr. Robert se paró del sillón donde estaba sentado y se dirigió a la puerta, Christina imitó su acción. –Gracias por haberme recibido, Señora Daddario. – Se giró hacia ella y le tendió una mano como gesto de despedida.
- Gracias a usted por venir a avisarnos
- Fue un placer y enserió lamento su perdida.
- No se preocupe, sé que ella ahora está en un lugar mejor.
- Sí, bueno… Adiós. – Eso fue lo último que el sr. Robert dijo, Luego salió por la puesta y Christina la cerró detrás de él. Se encaminó a la sala esperando ver a su hijo justo como lo había dejado hace unos momentos pero notó que el chico ya no estaba. ‘De seguro subió a su habitación a leer aquella misteriosa carta’ Pensó Christina para después sentarse en parece que es lo único que me importa, que tienes, quien eres, que haces ,solo es mierda sillón y prender el televisor, a ver si así lograba despejar sus pensamientos.