Capítulo IX: Brazalete.

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Ya era viernes, Subaru y Ai tenían que hacer un trabajo de matemática.
Ai había aportado su casa para hacer el trabajo. Alex salió a ver el sol, hace mucho no salía.

Ya Subaru estaba en la casa de la castaña.

Comenzaron a hacer el trabajo, mientras Ai terminaba de lavar unas cosas.

--Entonces.. Cinco elevado a la tercera da.. Ciento veinticinco.. Creo, ¿No es así?-- Dijo ella.

--Exacto.. Más la potenciación al cuadrado.. Quince mil.. Seiscientos veinticinco..-- Murmuró su compañero.

--Oye, ¿puedes abrir esto?-- Señaló un frasco de aceitunas.

El se acercó al frasco y lo abrió. La contraria tomó una aceituna, la llevo a su boca y su brazalete calló al piso.

Ambos se agacharon para tomarlo, pero chocaron frentes. Se quejaron y Subaru tomó el ya nombrado. Extendió su mano para dárselo, pero se dió cuenta que le resultaba familiar.
Por su lado, Ai, se había atragantado con la aceituna. Pero la expulsó en su mano cuanto antes para gritar;

--¡Laito! ¡No, no, no, no! ¡Lo perdí! ¡No puede ser!--

El peliblanco se quedó atónito. Había nombrado a su hermanastro.

--¿Dijiste.. Laito?-- Preguntó.

Ai respondió con un simple; "Sí".

Subaru no se lo creía. En ese momento, recordó algo.
Sus hermanastros y el, le habían regalado a una señorita una pulcera que los representaba a cada uno de ellos.

--Tu.. ¿Haz sido..? No.. No puede ser, tu no eres.. Sora o.. ¿Si..?--

Las lagrimas de ella comenzaron a fluir, bajando por su cara, arrodillándose. Murmurando; "No quería hacerlo.. No quería..".

"Sólo algo me ayudará a comprender quién es."

--Ai.-- Subaru se arrodilló, tomando a Ai del mentón. --Si eres Sora, sólo algo podrá mostrármelo.-- Apartó los cabellos de la cara de la joven, y observó una cicatriz, en forma de rectangulo en su mejilla.

--Subaru.. Mi pequeño..-- Abrazó al peliblanco, llorando.

Habían pasado 5 años desde la última vez que se habían visto. La angustia del corazon de la castaña había desaparecido. Estaba llena de alegría y felicidad.
Ya no tenía ideas de cómo seguir con la mentira.
El pequeño de la familia, el más tsundere, la había reconocido.

--¡Onee-San!-- Susurró él.

La Chica Del Sueño De Ayato [Dialover Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora