Para Christofer

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12/12/2015:

y es que al final, todo vuelve a su estado inicial. Ya sea por diversos motivos externos o porque simplemente, como todas las cosas, éstas tienen una estadía ya predeterminada.

Todo es efímero, y nada perdura indeterminadamente.

Un error común que solemos cometer es ignorar lo anteriormente dicho, provocando una falsa ilusión de continuidad la cual es arrebatada al dar con la realidad ya mencionada.

Alguna vez me dijiste que en la ignorancia puedes hallar felicidad, pero, la verdad es que no hay cosa más triste que vivir una mentira.

Debo confesar que cometí ese error común, al creer que lo nuestro tendría aquella continuidad indefinida.

Fuiste cambiando mi perspectiva con el paso del tiempo, distorsionando lo que en un principio para mí eran ideas y posturas inmodificables.

Me diste las alas que me elevaron más de lo que necesitaba, para despojarme de ellas y provocarme una caída libre a la realidad.

Si es qué aun existe un nexo entre nosotros, me gustaría preguntarte si recuerdas esas largas conversaciones que teníamos en donde relatabas tus sueños y planes para el futuro, en los cuales me veías junto a ti; y es que tus sueños no trataban sobre un deseo egoísta cómo el de la mayoría, si no que, en realidad, en ellos involucrabas a la mayoría.

Me gustaría creer que afirmaste mi pregunta, y así sentirme aliviada al dar por sentado que aún existe una conexión entre ambos, pero, la verdad es que nada me lo puede asegurar, y es exactamente eso lo que me inquieta.

No sabes cuanto deseo qué tu estadía haya sido más duradera. ¿Por qué tú?

Sé que ahora te sientes mejor, allá no hay suplicio, abuso, ni malas acciones. Un lugar como el que siempre anhelaste y quisiste para todos.

Ahora debo resignarme a tu ausencia, y en cierta parte, te odio, por haberme dejado aquí. Pero es que, no fue tu elección, no debería odiarte por eso.
Fuiste el sol que iluminó mi día. Eres el sol que se marchó al llegar la noche.

Si es que en algún momento logramos reunirnos otra vez, quiero que sepas que, por el contrario de lo que mencioné al principio de esta nota, mi amor por ti no es efímero, christofer.

Elizabeth.

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