No han pasado ni 10 minutos desde que se acostaron y Kate se siente nerviosa. Sabe que Lex no está dormido, sin embargo finge perfectamente. Es extraño, en verdad no piensa propasarse ni nada. Suspira bajito encantada de haber encontrado un chico caballeroso con el que puede dormir sin sentir peligro.
-Tramposa, creí que estabas bien dormida- susurra Alexander abriendo los ojos y sonriendo pícaramente al sentir que ella se mueve un poco.
-Mira quién habla- contesta sonriendo y levanta la mirada para admirar su bella sonrisa.
El chico aún la estrecha entre sus brazos sosteniéndole la mirada. Poco a poco acerca su rostro al de ella hasta presionar sus labios contra los ajenos. Kate cierra los ojos y corresponde suavemente al beso regalado.
Sus labios se mantienen unidos unos momentos, ninguno de los dos se mueve para separarse, todo a su alrededor se detiene y solo importan ellos en ese inocente y tierno beso.
Alexander es el primero en moverse pero no para separarse, poco a poco deja salir la punta de su lengua y la presiona despacio contra la boca de Kate, como pidiendo permiso para entrar. Ella, sonrojada, entreabre los labios progresivamente, dándole paso a la cálida lengua de su novio.
En pocos segundos, sus lenguas se encuentran enfrascadas en un cálido y apasionado jugueteo. Las manos de Alexander toman firmemente la espalda de Kate y ella suspira apasionando un poco más el beso.
Lex ladea apenas el rostro hacia la derecha acomodándose mejor aunque sin perder el beso, sus manos toman ahora la cintura de la chica y poco a poco la atrae hacia su cuerpo haciéndola quedar recostada sobre de él.
Ella entrecorta apenas el beso mientras se va acomodando, quedando sentada sobre el cuerpo de su novio para luego seguir besándolo cada vez con mayor intensidad. Sus manos se deslizan despacio por el cuerpo del chico hasta con ellas tomarlo suavemente del rostro. Sus ojos se mantienen cerrados y su rostro ya está completamente sonrojado.
Alexander nota el sonrojo de sus mejillas y ríe para sus adentros, enternecido, sus manos se desplazan con cuidado y con mucho cariño por la espalda de ella, recorriéndosela con suavidad mientras que sus labios continúan besándola como si fuese algo que hubiera añorado hace mucho tiempo.
Ella desliza su mano derecha hacia la nuca de su novio, masajeándole suavemente ésta mientras que su otra mano le acaricia el brazo con suavidad. Sus labios le arden pero no piensa ni por un momento en cortar aquel delicioso beso.
Poco a poco las manos de él se deslizan hacia arriba, llevando con ellas la camiseta que porta la joven. Se la deja levantada y corre sus tibias manos hacia abajo, sintiendo la suavidad y calidez de la bronceada piel que posee la pelirroja.
-Umm-
Inesperadamente deja escapar aquella expresión al sentir las manos de él en su espalda. Se sonroja aún más sintiéndose avergonzada por aquello, no puede ni imaginar qué pensará él. Pero tampoco tuvo mucho tiempo ni interés en seguir pensando en eso. Poco a poco los labios de Lex se separan de los suyos pero no lo hacen por completo, solo caminan despacio por su mejilla y siguen bajando hasta con ellos besarle tiernamente el cuello.
Kate suspira abriendo sus ojos, ladea apenas el rostro para dejar su cuello totalmente expuesto ante él, que no lo desaprovecha y lo besa una y otra vez, suavemente, intercalando algunas cálidas y húmedas lamidas que dejan un apenas visible rastro de saliva.
Poco a poco la piel de todo su cuerpo se eriza por aquellas caricias y, tras dudar unos momentos, por fin se decide y deja que sus manos repten despacio por la espalda de Lex. Avanzan acariciándolo por sobre la pijama con cierta ansiedad y nerviosismo.
ESTÁS LEYENDO
Bajo el manto del dragón ©
FantasíaKatherine, una chica universitaria como cualquier otra, se ve envuelta en un extraño mundo que jamás habría imaginado que existiera. La constante lucha por escapar del acoso de fuerzas sobrenaturales que no entiende, el no saber en quien puede confi...