Relatos De Terror :v

los casilleros

Hace casi 1 año, trabajé un par de meses en McDonalds en la CDMX, cerca de mi casa. Pero un suceso me hizo dejar el trabajo, les contaré.
Fue un día muy largo, y me tocó horario de cierre, por lo que cerramos casi a las 10:00 pm, nos quedamos: el jefe de piso Alan, dos cajeras Martha y Rebeca y yo.
Estábamos haciendo inventario Alan y su servidor y escuchamos a Martha decir "hasta mañana muchachos, un beso, no los interrumpo" y nos despedimos a lo lejos, escuchamos como salía por la puerta trasera.
Unos minutos mas tarde escuchamos ruido en los lockers, por alguna razón preguntamos en voz alta "¿Martha?" Pero recordamos que se había marchado ya y le dije "debe ser Rebe" y no pasó ni un minuto y Rebeca salió del baño diciendo "pero Martha ya se fue" y la cara de Alan cambió, puesto que los lockers no están cerca de los baños, supusimos que fue.un eco y seguimos con el inventario, pocos minutos después se escuchó el azote de una puerta en los baños y gritamos "Ya cálmate Rebeca" a lo que contestó "Pensé que eran ustedes" (Rebeca ya estaba recogiendo sus cosas de su locker) y se nos hizo súper extraño, ya que el clima se empezó a enfriar, pensamos que era el congelador que alguno de los 3 había dejado abierto, pero no, el refrigerador estaba hasta apagado. Y se escucharon mas ruidos en la cocina, esta vez mas escandalosos y nos volteamos a ver los 3, Alan que no es tan miedoso le jugó al vergas y fue a ver, oh gran error, ya que Rebeca gritó asustada y segura de haber visto una sombra salir de la cocina, ella estaba muerta de miedo, por lo que quería salirse ya (obvio por la puerta trasera y si no lo saben se abre hacia afuera) pero al empujarla, se atoró, ella y yo empujamos muy fuerte pero no se abría, ella sólo espero a que Alan nos ayudara y se sentó, cuando aseguró que había alguien mas aparte de los 3, segundos después se para espantada, pálida y casi sin voz, susurró que alguien le había tomado la mano. Alan ya con nosotros la alcanzó a agarrar antes de que se desmayara. Tratamos de abrir la puerta y sólo oímos un grito dentro del baño y la puerta se abrió. Al salir llamamos a una ambulancia y al distrital (un puesto mas arriba del gerente).
Alan y yo renunciamos al día siguiente. Rebeca sigue yendo a terapias y rehabilitación. Sinceramente no volvería ahí jamás.