janis the killer (origen)

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Janís The Killer. el origen.

Era de madrugada, a Janís la despertó un ruido, se levantó y vio por su balcón, al parecer una nueva familia se estaba mudando a la casa de enfrente, a ella no le importó, pero le llamó la atención uno de los niños de la familia, él era delgado, tenía el cabello largo hasta los hombros color marrón, además de que se veía más tímido que su hermano el cual parecía ser mayor que él. Janís pensó en ir a presentarse, cuando bajó encontró a su madre preparando el desayuno.

- Buenos días cariño, ¿cómo amaneciste?

- Bien mamá, ¿y Billy? – preguntó Janís buscando a su hermano.

- Está jugando con los demás niños en el patio.

- Ah, que bien... Madre, llegaron nuevos vecinos...

- Si, lo sé, pienso invitarlos al cumpleaños de Billy para que se vayan integrando a la colonia, ¿quieres ir por mí?

- No mamá, tengo otras cosas que hacer, gracias.

Janís salió de su casa, vio a Billy, él estaba jugando con sus amigos tal y como su madre le había dicho, Billy se detuvo y la saludó, Janís le devolvió el saludo y su hermano continuó jugando. Ella volteó a ver hacia la casa de los nuevos vecinos, estos estaban desempacando, aunque a Janís no le tocó ver de nuevo al chico que le había llamado la atención.

Al día siguiente, Janís salió de su casa lista para ir a la escuela, ella sabía a qué hora pasaba el autobús, Billy siempre le había insistido en acompañarla, pero Janís y sus padres se lo prohibían por el peligro que existía en ese lugar: Randy, Keith y Troy, esos tres matones. Janís nunca se había dejado molestar por esa pandilla, ella siempre llevaba una navaja en el bolsillo de su suéter, su padre se la había dado para que ella se protegiera, a Janís le había costado conseguirla. A Billy lo llevaban sus padres a la escuela, por lo menos Janís solo se preocuparía por ella. La razón de querer irse en el autobús, es que allí iban sus amigos, aparte de que no le gustaba el aire acondicionado del carro de sus padres, la mareaba y le molestaba demasiado, y por último Billy no se aguantaba.

Janís vio salir a los nuevos vecinos de su nueva casa, su madre le había dicho que el más pequeño se llamaba Jeff y el hermano mayor se llamaba Liu, al parecer también iban a tomar el autobús. Janís pensó que sería una buena oportunidad para presentarse pero cuando quiso avanzar, Randy le pasó por un lado montado en su tonta patineta seguido de Keith y Troy.

¡No!

Pensó Janís. El hecho de que Randy y su pandilla estuvieran aquí era muy malo, arruinarían todo. Janís lo vio todo, desde cuando Randy se topaba con Jeff y Liu, hasta la huida de estos. Desde ese día Janís no fue la misma, el ver que Jeff disfrutaba hacerle daño a los demás con esa sonrisa perturbadora y sádica, la cambió. La pelea de Jeff con la pandilla de Randy le había sorprendido mucho, nunca había pensado que un niño de trece años como Jeff hubiera hecho todo lo ocurrido.

Janís no vio a Jeff durante todo el tiempo que estuvo en clases hasta el final, cuando era la hora de la salida. A ella se le hizo curioso que Jeff estuviera sonriendo todavía, esto ocasionó que Janís también comenzara a sonreír. Jeff tenía trece años y ella doce, la razón por la que Jeff sonriera Janís no la comprendía, aunque de alguna forma le afectaba también, como si ella estuviera conectada con Jeff. Sus amigas le preguntaron la razón por la que ella sonreía pero Janís no podía dárselas, pues ella no tenía ningún motivo para sonreír todo el rato. Cuando llegó a su casa su madre le preguntó cómo le había ido a lo que Janís respondió con una sonrisa loca.

- ¡Mamá, hoy fue un día maravilloso!

Janís no le dio tiempo a su madre para preguntarle el por qué de su respuesta, pues ella corrió a su cuarto.

Verdadera Historia De Los CreepypastasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora