nemesis

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Salí de mi casa, estaba llorando, Me sentía cansada de ser maltratada por una madre sumamente religiosa y un padre que no estaba en casa.

Mi madre me golpeó por pedirle una computadora portátil, pensaba que la tecnología era del demonio.

Salí corriendo de casa y seguí un camino, mi vista era borrosa por las lágrimas pero logre diferenciar un grupo de ebrios a un costado.

Me asuste y trate de pasar sin que me notaran, en un intento fallido.

- Hey, hermosa ¿Quieres divertirte?

Preguntó uno de ellos, asustada me quede inmóvil y en cuanto reaccione comencé a correr en dirección a casa.

- No te vayas, Sólo queremos divertirnos.
Dijo uno mientras corrían hacia mi.

Siento Que me tiran el cabello y caigo al suelo, pronto toman mis manos y tapan mi boca ahogando mis gritos.

Veo al hombre colocarse sobre mi y bajar mi cremayera. Cerré mis ojos deseando que pasará rápido.

Escuche ruidos, unos gritos y la tensión en mis manos y pies disminuyó.

Logre safarme y acomodar mi ropa. Al mirar lo que sucedió quede asqueada. Sus cuerpos mutilados pintaban de carmesí el suelo

Comencé a vomitar al pie de un árbol. En cuanto termine levante mi vista

-¿Estas bien? -

Mire a la causante de romper el silencio. Era una mujer un poco más grande que yo, tenía una melena despeinada de color café, un cuerpo moldeado y una piel perfecta. Sería normal si no fuera por las marcas en su piel y su máscara que causaba miedo.

Comencé a llorar y abrace a la chica mientras no dejaba de llorar. Me devolvió el abrazo y trato de consolarme.

-¿Te sientes mejor ahora?

Me aleje un poco del abrazo.

-Emm, si, gracias por preguntar-

-Tienes mucha suerte, quien sabe que habrían hecho esos señores. No deberías estar sola en estos bosques. Menos tan tarde, la próxima vez si quieres estar aquí ven con un amigo.

Me encontré avergonzada por lo que le respondí:

- Yo no tengo ningún amigo.

Respondí mirando el suelo. Me miro fijamente, estaba siento piadosa conmigo.

-¿Quieres ser mi amiga?

Preguntó y volte a verla sorprendida. Estaba feliz.

- ¿Por que? Yo no soy nada especial.

Respondí sin dejar de mirar a la chica.

-No necesitas ser especial, sólo tu misma. Además me gustaría ser tu amiga.

Asentó con mi cabeza, ignorando el hecho de que era una asesina. Me dio la mano.

-debes limpiarte, vamos a casa, es tarde.

Comenzamos a caminar hacia la salida. Dude en preguntar pero lo hice:

-¿Cual es tu nombre?

La chica me miro y Luego de unos minutos contestó:

-Me dicen Némesis.

Durante semanas, luego de la escuela y en mi tiempo libre iba a ver a Némesis, quien me esperaba en un arbol.

El árbol a simple vista era normal, pero sobre su corteza, tenía un símbolo un círculo con una "X" tallada en el centro. Némesis la tallo, con su arma de elección un yoyo con puntas filosas.

Ella llegaría tarde esta vez, por lo que me puse comoda a esperar que llegará.

En cuanto llegó fuimos a un claro, El cual se volvió un lugar secreto.

Solíamos hablar, le contaba de mis problemas, a ella no parecía molestarle. Cuando no hablamos creabamos pulseras con flores mientras cantaba canciones infantiles.
Su cancion favorita era "la araña wipzy wipzy".

Con su compañía me sentía más valiente y con confianza sobre mi. Mis compañeros lo notaron y dejaron de burlarse de mi, e incluso algunos me hablaban. Tenía algunos amigos en la escuela, pero mi mamá seguía atormentandome.

Le hable a Némesis de mis amigos, ella me hablo de que se tendría que ir. Comencé a llorar mientras ella me consolaba con la promesa de que vendría a verme.

Siempre me sentía sola, pero ahora tenía amigos y un extranjero llamado Víctor, quien me gustaba. Luego de la escuela hablamos y luego de algunas semanas nos hicimos novios.

Estaba mejorando, pero sabía que tenia muy mala suerte. Hasta hoy me arrepiento de ese día. Víctor y yo salíamos de nuestra segunda cita, me acompañó a casa. Él me beso, mi madre me vio. Me despedí y entre a casa.

Mi madre comenzó a golpearme e insultarme, ella pensó que no era pura. Me llevo al baño, ignorando mis súplicas.

Undio mi cabeza en el agua y trataba de liberarme pero no podia liberarme. Sentí que dejó de hacerlo y salí rápido, me sentía mareada.

Al mirar vi como una mujer se llevaba a mi madre, la puerta se cerró y escuche gritos y a alguien cantar wipsy wipsy. Me desmaye.

Al despertarme me encontré con mi padre, quien me explicó que alguien mato a mi madre y trato de ahogarme.

No le conté que mi madre fue quien trato de ahogarme. Los policías me hicieron preguntas pero les respondí que no recordaba nada. Sobre mi madre no me dijeron nada.

Mis amigos venían a visitarme, sobre Némesis no sabía nada. Mi papá me dijo que nos mudariamos por nuestra seguridad.

Un día antes de salir del hospital me llegó una carta, era hermosa, pero al abrirla quede helada.


Tenía un dibujo de una persona muerta en la bañera, llena de cruces, golpes y con sangre. Al mirar al otro lado decía la letra de wipsy wipsy. Todo era normal pero la última estrofa cambio a: "Y wipsy wipsy la araña tejio su telaraña, vino la lluvia y se la llevo, nunca más volvió a subir" a un lado encontré una frase:


"Me encargue de tu problema, ahora esa perra no te hará daño nunca más. Sé que tienes miedo y desearías que sea un sueño, pero calma yo seré Siempre tu amiga. Sólo no te comportes como tu madre"

Deje la carta, sabía quien la escribió.

Verdadera Historia De Los CreepypastasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora