Historias y recuerdos

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I

Llegar al lugar no fue un problema, esperaba encontrar un edificio con una flor rosada en el centro pero no. Era una de la fila de edificios iguales que habían en la cuadra, lo supo distinguir por una pequeña placa que dictaba el número de edificio y un grabado dorado en cursiva que decía "Flor de Loto", al entrar le pareció un lugar administrativo, pero al hablarle al recepcionista vio unos brochures en el estante que decían los precios del gimnasio y sus otras áreas como Samba, aeróbicos y diferentes artes marciales.

- Buenas, estamos para servile. -Dijo la recepcionista con su amable voz-

- Busco a una persona, se llama Laurie Müller.

- Ella no se encuentra, sus clases empiezan hasta a las 20 horas -Dijo sin verificar el horario, cosa que pareció extraña pero no quiso poner en tutela lo dicho- ¿Acaso quiere apartar un campo? Debo decir que ella da clases muy avanzadas aunque ya lo debe saber.

- Disculpe señorita, no entiendo. -Hizo señas de alto- ¿Ella da clases aquí? ¿De qué si se puede saber?

La recepcionista frunció el seño y le hizo un gesto de espera, levantó el teléfono que tenía al lado y marcó unos números mientras le daba la espalda para poder hablar cautelosamente y sin que le viera el rostro, cuando colgó lo miró con el mismo gesto amable del principio, pero esto no le resultó convincente a Andrew.

- Al parecer pidió libre hoy, pero si gusta lo estamos contactando para reorganizarle su cita. -Dijo con el gesto que ahora parecía más hipócrita que amable- Escriba su nombre completo y número telefónico aquí. -Le dio un papel en blanco y un lapicero-

Escribió los datos y le agradeció a la chica, sin embargo sabía que algo andaba mal, tenía el presentimiento de que ella vendría a las 20 horas, y él estaría aquí para hablar con ella aunque cualquiera se opusiera.

II


Laurie estaba en el centro de la sala con su uniforme de combate, hacía flexiones mientras esperaba que su clase iniciara, Martin la veía a lo lejos mientras meditaba los detalles que le contó Paulina después de darse una ducha, le hacía gracia recordar la forma en la que pedía disculpas, después de todo ella no pensó que alguien que no fuese estudiante supiera el verdadero apellido de Laurie, no dudaba en absoluto que ese hombre vendría. A menos que no tuviese el coraje para hablar con ella, aunque si supiese el destino que le aguardaba no pisaría este edificio ni aunque le debieran dinero.

- ¿No deberías estar en Karate?.

- Mathew está a cargo como castigo.

Ella negó divertida con la cabeza mientras no dejaba de hacer sus ejercicios, sabía lo poco que le agradaban los niños al chico rubio y aunque Flor de Loto diera muchas disciplinas, los padres tenían la costumbre de mandar a sus hijos siempre a Karate o Kung Fu, por esto nunca se abrían grupos infantiles en otras artes marciales.

- Los grupos infantiles nocturnos son siempre pequeños, no debería haber tanto problema. -Expresó Martin encojiéndose de hombros- Además se lo merece. -Añadió-

La conversación acabó y poco a poco fueron llegando estudiantes conversando entre sí y riendo por alguna tontería. A diferencia de los grupos infantiles, en la noche era cuando más se llenaban los grupos de adultos, sin embargo no eran muchos por ser avanzados, era de aplaudir que completaran el curso, muy pocos lograban graduarse si su profesora era la flor ennegrecida y los que lo lograban siempre eran destacados en el arte que practicaban.

Flor De Loto, (Saldos Del Pasado) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora