La mayoría de los días del año pasan sin que en nuestra rutina se inerponga algún suceso, fuera de lo 'común'. Aquel viernes, hace 1 año atrás, para muchas personas era un día como cualquier otro, para mí, no. Aquel día, aquella chica cansada de tanto llorar, mirándose al espejo, teniendo pena de sí misma, prometió jamás sentir amor por algún hombre hasta que su alma esté lista otra vez. Ese día, comenzó recortandose el pelo ella misma, y terminó por cambiarse de instituto. Entró con la mente fija en un propósito; que nadie la notara. Ser una más en su nuevo instituto, así no tendría que experimentar sentimientos estúpidos como para ella era el amor.
Como habrán de deducir, esa chica era yo. Mi nombre es _____, mi edad no importa. Los cinco meses en el instituto nuevo iban como de costumbre. Mis calificaciónes eran buenas, mis compañeros eran bastante simpáticos conmigo, por lo que yo tambien lo fuí con ellos, pero no lo suficiente para descarrilarme de mi propósito central.
Pero aún así, ese estúpido vacío dentro de mi, no se iba. Trataba de convencerme que sólo era el cansancio diario, pero ni yo me lo creía. No dejaba que me notaran esa inquietud, fingía que todo iba bien, pero, no era así. Necesitaba algo que no me atrevía nisiquiera a asumir, mi plan no era tener un punto débil, sin embargo éste lo era.
Amor. Eso era, sí. Podía tener todo lo que yo quería, sin embargo no me sentía amada, no. No, hasta que lo conocí.
