o n c e.

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Cuando RaeSun llegó a su casa el jueves y vio maletas y cajas en el piso, no se sorprendió demasiado. La ropa y las cosas que se encontraban ahí eran de su madre, creía que se había llevado la mayoría de sus pertenencias, pero las cajas y maletas eran demasiadas.

–¿Mamá? –la pelinegra gritó hacia la escalera.

–Oh, hola, amor. –su madre bajó las escaleras con un cesto lleno de prendas que le pertenecían.

–¿A dónde llevas mi ropa? cuando su madre depositó el montón de ropa en una de las maletas, entendió de qué iba. Absolutamente no– Hey, falta un mes para las vacaciones, no puedes llevarte mi ropa todavía.

Su mamá la miró con el ceño fruncido.

–¿No vienes conmigo, Rae?

–No... Me gusta estar aquí con papá, no quiero dejarlo. Está bien si quieres irte, es algo que me esperaba pero no quiero irme contigo.

–De acuerdo, no estaré muy lejos de aquí de todas maneras. Puedes ir a visitarme cuando quieras, ¿sí? –su madre acariciaba su cabello con sus manos mientras hablaba. Miró el reloj que colgaba en la pared– JongUp pasará a recogerme en una media hora para ir a cenar, ¿quieres conocerlo?

La chica asintió un par de veces y no preguntó mucho más, pues a pesar de que su madre nunca le dijo nada, sabía que había alguien más. Tomó la ropa que había sacado de su habitación y subió las escaleras, para luego regresarla a su lugar.

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Cuando estaba terminando de amarrar sus agujetas luego de cambiar su uniforme por ropa casual, su madre tocó la puerta.

–JongUp está abajo, vamos. –RaeSun pudo notar la emoción en la voz de su madre– Trajo a su hijo consigo, estoy segura de que te agradará.

La chica no dijo nada, simplemente tomó su móvil y siguió a su madre hasta la puerta. JongUp llevaba las últimas dos maletas hasta la cajuela de la camioneta gris que estaba aparcada frente a la casa. Supuso que su hijo estaba dentro.

Su madre le agradeció al hombre con un beso en la mejilla y lo llevó hasta ella tomando su mano. Le resultó raro ver a su madre haciendo ese tipo de gestos con alguien que no era su padre.

–Hija, él es JongUp. Amor, ella es Raesun. –la pelinegra hizo una reverencia y sonrió levemente. El hombre parecía amable, tenía una sonrisa amplia, sus ojos eran pequeños y su cabello negro tenía ligeras ondas en las puntas que caían en su frente, su cuerpo era delgado y era de estatura media.

–Hola, RaeSun. –el hombre estiró su mano hasta ella y ella la tomó con timidez– Tu madre me ha hablado mucho de ti. ¿Nos vamos?

Su madre asintió y caminaron hasta el auto, Jongup abrió la puerta trasera y la chica pudo ver a un chico de cabellos negros que...

–¿RaeSun? –el pelinegro la miró con los ojos abiertos.

–¿Se conocen? –el hombre los miró y ambos asintieron.

–JungKook va a la misma escuela que yo. 

–Oh, qué maravilla. No creí que se conocieran, pero así tendrán más cosas de qué hablar. –su madre entró a la conversación. RaeSun asintió lentamente y subió al vehículo, JungKook le dedicó una pequeña sonrisa y se acomodó en su asiento.

JongUp y su madre platicaban entre ellos, mientras ella y JungKook se dedicaban a mirar por la ventana en silecio.

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Se encontraban cenando en un restaurante que quedaba a unos minutos de su casa. Era un ambiente agradable, aunque no podía evitar sentirse extraña entre ellos.

look at me ➳ m. yoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora