(Poema de la historia Sin Daños a Terceros)
Erick
Quién iba a pensar que después de todo este tiempo,
de todos estos años que nos han alejado;
luego de estar haciendo siempre lo correcto,
nuestros caminos nuevamente se hayan cruzado.
Y a pesar de coincidir a menudo en lugares,
inevitablemente compartiendo un gran secreto;
limitándonos a solo saludos cordiales,
e inevitablemente llegando el recuerdo.
Después de todo esto nos volvemos a encontrar,
no solo como amigos cordiales o por cortesía.
Decididos a conversar y nuestro pasado aclarar,
sin pensar por un instante que algo así sucedería.
Algo que por ninguna de nuestras mentes pasó,
algo que te juro me tomó por sorpresa;
algo que nuestros rumbos totalmente cambió,
luego de poder del pasado, arreglar asperezas.
Poco a poco y sin darnos de cuenta,
algo entre nosotros se fue abriendo camino.
Esa inevitable e inexplicable entrega,
aun teniendo claro que no eres solo mío.
Haciéndome sentir completamente tuya,
de una manera que jamás había sentido.
Haciéndome sentir mujer como ninguna,
ayudándome a olvidar todo lo sufrido.
Ahora puedo sin ninguna duda decir,
que me siento totalmente tuya;
aunque de igual manera me tengas que compartir,
siendo cómplices y amantes en esta locura.
Esta locura que en realidad es prohibida,
y la cual jamás pensé nuevamente revivir.
Esta locura que me hace ser solo tuya,
aunque tú muchas veces no lo sientas así.
Disfruto de cada momento que comparto a tu lado,
de cada beso que a escondidas compartimos;
de cada momento que paso entre tus brazos,
y que tú desees de igual forma estar conmigo.
Y no sé que el tiempo para nosotros depare,
mucho menos lo que llegue a suceder.
Solo te agradezco que de mi vida seas parte,
y que hayas vuelto a hacerme sentir toda una mujer.
Jael