10. Golf con los Tadell (Parte II)

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--A ver idiota, golpeame--se me acerco de manera "intimidante" hasta que dar cara a cara.

--Chicos--advirtió Kenz preocupada.

Pero ninguno le hizo caso y no teníamos intención de hacerlo. En vez de alejarnos, sólo nos acercábamos más, incitándonos a dar el primer golpe.

Levanté mi puño dispuesto a impactarlo contra su cara, pero justo antes de hacerlo mi mirada se cruzó con la de Kenz quien me miraba suplicante para que no lo hiciera. Y de alguna forma, no lo hice. Bajé mi puño poco a poco viendo de reojo como Mackenzie suspiraba de alivio y el idiota frente a mí sonreía vacilante ante mi cambio de último minuto.

--Sabría que no lo harías. No eres capaz. ¿No es así, nena?--se dirigió a mi. Sólo eso hizo falta para que mi furia aumentara en un 100000℅.

Le dí una última mirada de disculpa a Kenz antes de impactar mi puño contra su ahora ensangrentado rostro.

El apretó la mandíbula y su ceño se frunció. Esta vez era mi turno de sonreír, el aprovecho mi distracción para repetir mi gesto.

Y pues adivinen...

Sep, acertaron. Tengo un nuevo ojo morado, y el labio roto por el cual no paraba de salirme sangre. Dolía, pero en estos momentos era lo menos importante. Y sin dudas mi furia era mucho mayor a cualquier dolor que sintiera en estos momentos.

Mack, quien hasta hace unos segundos se encontraba en shock, se interpuso entre nosotros.

--¡Ya vasta!--gritó--¡Van a terminar matándose! ¡por amor a Dios!-rodó los ojos alzando ambas manos y dejándolas caer. Frustrada--Seran imbéciles--susurró mirándonos molesta. Instintivamente ambos nos habíamos quedado callados pero nuestras miradas fulminantes seguían presentes.

Al notar que ninguno respondió, ella suspiro irritada--Steven vete--dijo en un leve susurro con la cabeza gacha.

--¿Qué? Vamos Mack, no pensarás quedarte sóla con este idiota, ¿O si?--dije cabreado. Noah iba a acercarse a mi, pero Kenzie lo detuvo poniendo una mano en su pecho.

--Por favor--mi vista se desvío a su rostro hasta chocar con sus hermosos ojos grises que suplicaban algo de compresión--Yo... estaré bien--dijo tratando de converserme.

Demonios...ella era mi debilidad.

Suspiré algo enojado.

--Está bien--dije por fin, ella me dio una sonrisa de boca cerrada y envolvió sus brazos alrededor de mi torso. Le correspondí de mala gana.

--No te preocupes por mí, se cuidarme sola--susurro en mi oído, apoyando su mejilla en mi hombro.

--No quiero que te hagan daño--dije en el mismo tono.

--No lo harán.

--Ya te puedes terminar de ir--dijo la voz molesta del rubio, quien se encontraba a unos pasos de nosotros con los brazos cruzados y el ceño fruncido, claramente celoso.

Deshicimos el abrazo y me acerque a el hasta estar a una distancia que se podría decir adecuada.

--Si la llegas a tocar, date por muerto-- el me fulminó con la mirada pero no le preste atención.

--Preciosa--Comenzaba a arrepentirme de irme--Vamos, nuestros padres nos esperan--doblé los ojos y salí de allí.

MACKENZIE's POV.

Cuando vi a Steven alejarse supe que estaba molesto. Desde entonces, un nudo se formó en mi garganta y no ha dejado de incómodarme.

Los adultos seguían jugando golf, incluso, de vez en cuando optaban por darnos algunos consejos de práctica pero ninguno les hacía caso. Alex, se mantenía con la vista en su móvil como siempre y Noah no me había dejado sola ni un segundo.

Un Trabajo De DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora