Bad boys, good lips.

6.- Chica pre diabética.

N/A: Si estás leyendo esto y llegas al final opino que deberías votar, en el sentido anglosajón de la palabra...

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¿Nunca han sentido esos nervios antes de hacer algo importante? ¿esa vocecita en la cabeza que cuando están a punto de hacer alguna locura dice "no lo hagas" ? En este momento pasan ambas cosas, estoy sentada en mi mesa como siempre, y estoy a punto de levantarme para ir a la mesa del chico mesa, pero la vocecita me frena. ¿Qué hago? ¿Paso pena? ¿me quedo sentada como siempre? Realmente estoy cansada de esperar, siempre lo mismo. Por lo que decido levantarme y decidida me dirijo a su mesa.

Por si preguntan, no. Hoy el no estaba leyendo, estaba escuchando música, raro. Aunque en parte sería más fácil hablarle.

Jesús que nerviosa estoy.

Llego a su mesa y él me mira desentendido, se quita un auricular lentamente esperando que yo hable, conté hasta 5.

Relax. El no hablaba por lo que decidí romper el hielo.

— Hola ¿me puedes dar un poco de azúcar?

Tal vez no sea la mejor manera de romper el hielo.

Quizá haya tirado el elaborado plan de André al basurero.

Y también quizá el chico mesa me esté viendo raro en este momento porque le he pedido azúcar.

— ¿Azúcar? ¿No le podías pedir eso a una mesera?

Su voz era grave, wow.

Y de cerca era mil veces más lindo. Ay Jesús, llévame contigo.

— Pasa que ya lo hice, pero ninguna me presta atención.

— ¿De tantas personas me viniste a pedir azúcar a mi? – él estaba observando el lugar y a toda la gente que había allí.

Tampoco es que había mucha gente. Solo había un señor de bastante edad concentrado en leer su periódico, una pareja de lo más feliz de la vida tomando café y tomándose fotos. Él y yo.

— Por si no te das cuenta, ese señor está muy concentrado en el periódico para interrumpirlo. Y no le quería arruinar la felicidad a la pareja de la esquina por lo que opte pedirte azúcar a ti.

— Entonces ¿Quieres solo el azúcar o algo más? – me miró de arriba abajo

¿Guats?

— ¿Algo más? ¿qué algo más?

Brooke es lenta, pero en estos momentos yo le gano, lo admito.

— Esta bien, eres lo suficientemente lenta como para no entender ¿Cómo te llamas?

— Lento tu culo –dije indignada– No te diré mi nombre, solo quiero el puto azúcar.

Por ahí dicen que las apariencias engañan, me dijo lenta.
Se ha acabado el hechizo amigos, es una belleza pero lo que tiene de bello le falta de neuronas. Misión fallida.

— No me dirás tu nombre pero me has venido a pedir azúcar, chistoso.– río

— No te pedí matrimonio, solo te pedí azúcar ¿Es muy raro eso? – rodé los ojos