Te Protegeré [ChanBaek Mpreg/Psicológico]

Capítulo VII: Embarazo | HunHan |

  Davichi -This love (이사랑 ) 

#Sehun#

Desesperado, Estresado, impaciente y sobre todo, preocupado. Luhan tardaba mucho en salir del baño y el café que habíamos pedido se estaba enfriando. Hace casi una hora aproximadamente, habíamos entrado a una cafetería cerca del colegio al que asistíamos. Luhan tenía antojo de un café casero caliente, con unos pastelillos de chocolate y relleno de cajeta. Y accedí a entrar y comprárselo con gusto.

«Ahora vuelvo, voy al baño» fueron sus palabras hace media hora para irse corriendo al baño. Justo cuando se había ido, minutos después nuestro pedido ya estaba en la mesa. Mi café y mi pastelillo ya no estaban, sólo quedaba el de Luhan, lo cual estaba frío tanto el café como su antojo "recién" horneado.

Estaba decidido en levantarme de la silla, e ir a buscarlo al baño por mi propia cuenta. Estaba tardando demasiado, y varios pensamientos carcomían mi mente ¿Y si le ha pasado algo?

— Luhan... —   susurré su nombre levantándome tan rápido como me fuese posible de la silla, para entrar directo al baño pensando que sí le había podido pasar algo.Por fortuna, no había nadie en el baño de hombres. Pero aquel ruido de alguien vomitando había llamado mi atención. — ¿Luhan? — me acerqué al cubículo donde se emitían esos ruidos. Y no sólo los sonidos de un joven devolviendo la comida, sino también de llanto. —  ¿Luhan, eres tu?— Golpeé la puerta varias veces y traté de abrirla, pero por desgracia, estaba con llave. 

— Vete, Sehun —   Luhan lloraba, respondiéndome con una voz entrecortada y temblorosa.

— ¿Qué pasa, Luhan? Abre la puerta —  Volví a golpear el cubículo, esta vez con la palma de mi mano. — ¡Responde Luhan, qué tienes! 

— N-no me pasa n-nada. Sólo déjam-me un m-momento. —   Y de nuevo esos sonidos devolviendo en el WC.

Podía quitar la puerta con sólo una patada, o brincarme el cubículo, pero no quería meterme en problemas. Por lo que decidí seguir intentando a que me abriera la maldita puerta. Por fortuna escuché que una de sus manos le quitaba el seguro a la puerta.

Lo primero que hice fue abrirla e incar mis rodillas al suelo, mi pecho dolía al ver a mi Luhan en aquel estado. Sus ojos rojos e hinchados, húmedos y sacando lágrima por lágrima a descender por sus mejillas. Seguía vomitando en el baño, con sus manos en cada extremo del WC y la cabeza inclinada.

— Tranquilízate Lúlu. Aquí estoy, sácalo todo. —  Con mi diestra, acaricié su espalda de arriba a abajo constantemente. Y con mi otra mano, apartando los mechones rubios que estorbaban en su frente y parte de sus ojos.

— S-Sehun...