Aún quedan marcados en mi piel los hematomas del pasado. Si ella hubiera visto. Nunca podré olvidar. Las horas van con el tiempo y el tiempo ya ha pasado. Pero cicatrices quedan. Aún puedo visualizar cuando ese hombre rozaba mi piel. Me sacaba unas arrugas de ventaja. Tocaba cada centímetro de mi piel. Piel de marfil. Si ella viera. Mi madre. Mi padre. Personas adoradas. Adoradas por mi como dioses del Olimpo. Jamás olvidaré. Me lo quitó todo. Rompió la flor juvenil. Madurez prematura lo llaman. Pero hacía dos primaveras que me habían quitado los pañales. Si ella hubiera visto. Aquel infierno. Donde Satán vive en mi casa. Y esos labios repugnantes que osaban tocarme, son los mismo que allanaban los jóvenes labios de mi madre. Porque si ella hubiera visto. Si ella hubiera estado en mi piel. Me compadezco de ella. Aún así yo tengo la culpa. Una buena hija no provoca al dios de su parturienta. Una buena hija no se deja profanar. Es todo culpa mía. Pues con o sin pañales, yo he nacido para provocar. Y como él decía,y estaba en lo cierto, estoy sucia. Nací sucia, y moriré sucia. Aunque ya estoy muerta.
No me salves.
No me salves Ave Fénix.
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Sálvala, Ave Fénix.
Non-FictionÉsta es la historia de una chica maltratada, torturada, con problemas, problemas de verdad. Esta historia se divide en pequeños relatos que narran la crueldad de su vida, no siguen una línea específica de tiempo ni tampoco un narrador completo, simp...