Todos mis sentimientos.

Me odio.

¿Como vivir con el peso de saber todo el daño que le he causado a la persona a la que juré proteger? ¿Como soportarme cada día, sabiendo que perdí a quien más amaba, que la empujé a los brazos de otro, porque en los míos no encontraba el consuelo que precisaba?
Tengo miedo. No quiero hacerte más daño cariño, te lo juro, no quiero. Si ya me cuesta vivir siendo consciente de lo mucho que te he hecho sufrir, no soportaré la carga si vuelvo a hacerlo. 
Pero... ¿Que hago? Se me ocurre marcharme de tu vida. Si, sé que me echarías de menos, pero solo durante un tiempo, ¿no? Luego podrías seguir con tu vida, sin la necesidad de preocuparte más por mi.
¿Pero que digo? ¡No quiero hacerlo! ¡No quiero irme de tu lado! Sí, puede que esto sea muy egoísta de mi parte, dado que mi sola presencia de daña, pero te prometí que no me iría, ¿recuerdas? Pero no quiero seguir haciéndote sufrir... ¿Que hacer? Si tan solo pudiera volver unos meses atrás y darme de hostias hasta hacerme entrar en mi... ¿Por qué ha de ser todo tan difícil? Bueno, supongo que pago justo por pecador...