4. Un día de... él

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4. Un día de... él

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'Rayos, si me salió sin flash esta vez' pensé. Que camarucha más mala. Rodé los ojos y la volví a tirar en el cajon de la basura a mi lado. Me rindo con tratar de arreglar ese pedazo de basura. Pura basura.

-–¡Ey! ¿Qué haces?–

–Pues tirarla, ciego–

–¿ Por qué?–

-–Que no tiene remedio, si la he desarmado y armado como 4 veces ya en lo que va del día.–

– Ay ya no jodas Harry–

– Cállate Marcel, que te juro que no sirve– me sentía frustrado con Marcel, se creía que sabía de todo con lo mecánico, pero de cámaras el que sabe aquí soy yo. Cruzé los brazos frente a mí y me paré a un lado suyo mientras él sacaba la cámara del bote de basura.

-–A ver, si la abres así– dijo abriéndola muy... digamos no muy delicadamente, y eso me hizo dar ese saltito como cuando te asustas rápido, como cuando te duele algo que hicieron otras personas. No de impresión, sino más de que me duele que trate las cámaras así. – y revisamos ahora– El idiota al fin guardó silencio mientras examinaba la cámara por todos los ángulos. Por mi cabeza solo pasaba "Ese no es el rotulador" a veces "necesitas otro destornillador" o "Lo estás haciendo mal" y siempre "Oh Dios que poca delicadeza". Marcel estaba halándo la cámara muy brusco para mi gusto. Luego de 5 minutos el 'Gran Marcel' pensaba que lo había hecho todo bien, y empezó a re-armar la cámara.

–Ey idiota, ese es el lado izquierdo– le dije tomándolo de su mano y poniéndolo a un lado para cuando llegara a armar esa parte

– ¿Acaso importa? es lo mismo de ambos lados.–

– Si importa. Ahora acaba para que veas que está todo mal– dije gruñendo por lo bajo. Marcel solo se encogió de hombros y terminó lo que pensaba que era su maravilloso trabajo.

– Listo, vé y toma algunas fotos.– Me tiró al cámara y yo la agarré en el aire.

Ví como el lente estaba en su máximo zoom y eso no me agradaba para nada ya que debe estar en el mínimo al encender.

Logré ponerlo normal ajustando un rotulador y tomé una foto. Estaba super lenta. El lente no cerraba completo. Suspiré, Marcel si acaso la ha arruinado más.

– Hasta ahora, la cagaste Marcelino– dije murmurando. Traté de encender el flash y tomar una foto, al presionar el botón, el flash se trabó. Rodé los ojos y puse la cámara denuevo en la mesa – No me gusta eso– dije refiriéndome al flash que se prendía y apagaba como luces de discoteca.

– Tiene arreglo– Marcel respondió y fue a tomar la cámara en sus manos cuando esta disparó el flash cegándonos un poco y luego una chispa que pronto se prendió en fuego sobre la cámara.

– ¡MIERDA! – Dijo Marcel tratando de apagar el fuego mientras yo solo me reía de su estupidez. El me cortaba con la mirada mientras seguía dando golpes a la cámara con su suéter.

– ¡Ahahahahahahah! Oye, si no eres más idiota por que no se puede ser mas idiota, que te he dicho que has estado haciéndolo todo mal y se te quema la cámarucha–No me aguantaba mas la risa y si no hubiera estado apoyado de la mesa, por mi madre que caigo al suelo de la risa.

–Harry, no te rías– puso una cara de perrito mojado que me irrita los cojones. –¿¡Ahora que voy a hacer para pasar el proyecto?!–

– Ay ya, no seas baboso. Solo vas a reprobar por primera vez en tu vida y tu mamá te va a colgar boca abajo de los cojones-–Dije sin poderme aguantar las carcajadas

– ¡HARRY!– Pero que bebé más llorón.

– ¡Oye! ¡Que te calmes dije! Yo te presto una cámara que tengo que esta más que raspada y la armas bien bonita y el profe de mecánica te lo cree segurito–

– ¿tu crees? ¿Pero eso no es mentir? ¿ no sería como hacer...? tu sabes...¿trampa?– Marcel es demasiado bueno a veces. Muy bueno para su propio bien, y para mi gusto pero a veces si que la paso bien con este taradito.

– ¡Dios mío Marcelino! ¡Vive un poco! ¿Que prefieres; Reprobar o pasar?– Lo miré serio y vi en sus ojos como maquinaba la situación – Osea, ¿lo estás pensando?– me burlé y negué con la cabeza –Bueno, me llamas si quieres la cámara, aprovecha que estoy de humor para soportar tus bobadas– Tomé mi mochila del suelo y salí del lugar –Nos vemos mañana Marcelino– Dije pues sé que le molesta ese apodo. Reí por lo bajo nuevamente mientras cerraba la puerta tras mío.

Apreté el abrigo más cerca de mi cuerpo. Que frío tan infernal que estaba haciendo en Londres, era obvio si era mediados de enero, pero que se caliente un poco ya, este frío me esta tomando por los cojones.

Empujé las puertas de la biblioteca de la Universidad. Ugh odio este lugar. Todos me miraron un poco raros, pues 1. Hize mucho ruido al abrir la puerta de un empujón, y 2. ¿Harry Styles en la biblioteca? Es como ver a un pez fuera del agua.

Me dirigí a la parte de historia, pero, la puta si me tomó 10 minutos solo encontrar esa sección al fondo de la maldita biblioteca. Todo por un estúpido libro para un estúpido proyecto.

–¿Necesita ayuda?– Preguntó, en inglés obvio, la pequeña bibliotecaria.

– No, ya encontré lo que necesito. ¿Qué... solo me lo llevo o...?– Dije pues jamás había sacado un libro de este mugroso lugar.

– Yo lo necesito registrar con su tarjeta de biblioteca y luego le diré cuantos días tiene el libro para que lo devuelva–

– A la puta, ¿ ósea que lo debo devolver?– Dije en español la chica quedando confusa. Yo solo le hice un gesto con la mano que lo olvidara y ella me dijo que la siguiera a donde debía hacer todo esto. Noté como ella, al igual que todos, me daban espacio y me trataba con un respeto increíble. Es que, hola, Soy Harry Styles. Aquí todos me respetan. Me he ganado un respeto con los estudiantes, solo me costó una mirada fría, no usar sonrisas ni piropos dulces, malas palabras, dar la impresión de malo, un par de tatuajes y lo principal;

cero corazón.

Picture Perfect [Harry Styles & tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora