El problema empezó, cuando escribí tu nombre con el simple hecho de llenar una hoja en blanco.
El problema empezó ahí, al ser consciente de que te quería, incluso, en las historias que aún no había escrito.
-Silver.

2.
El problema empezó, cuando escribí tu nombre con el simple hecho de llenar una hoja en blanco.
El problema empezó ahí, al ser consciente de que te quería, incluso, en las historias que aún no había escrito.
-Silver.