Al llegar todo parecía ser tal como lo imaginé; una jodida cárcel de la cual no podría escapar y para colmo me tiraron del auto de una patada, lanzando todas mis maletas por los aires, observe como volaba mi ropa interior por los aires y uno de mis bóxeres se pegó en la bandera del internado dejando a la vista mis calzones de Bob esponja, joder, nunca me sentí tan orgulloso por una bandera como en ese momento.
Seguí mi camino y me fui a buscar mi cuarto de seguro me saldría un pendejo creído que abusaría de mi pobre persona, pero no me importa a ese idiota yo le pego. Y al abrir la puerta lo vi...
Pero eso lo sabrán en el próximo capítulo
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El Internado para Idiotas [Libro2]
HumorUna nueva aventura llega a nuestro querido protagonista donde el estudio y el aprendizaje esta lleno de locura sin sentido de la lógica, aquí vivirán el día a día con sus problemas adolecentes claro que con un nivel de drama mucho mayor además de qu...