60

159 17 16
                                    

Santa: Chicos se que están emocionados porque es el ultimo día de clases ―escucha como le silban ―. ¡Ya mocosos callense! ¡En especial tu individuo!

Martín: Lo señalan ―. ¡Pues que te follen hasta dejarte invalido!

Santa: Por grosero tú sales cinco minutos después que todos los demás alumnos ― escuchan risas de varias personas ―

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Santa: Por grosero tú sales cinco minutos después que todos los demás alumnos ― escuchan risas de varias personas ―. ¡Silencio!

Martín: ¡No le veo la gracia! ― se cruza de brazos indignado ―. ¡Romeo lo llamo gordo panzon!

Romeo: ¡Oye, yo no le dije eso! Él es Santa ― lo observa sonriente ―

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Romeo: ¡Oye, yo no le dije eso! Él es Santa ― lo observa sonriente ―. ¿Verdad que he sido un buen chico?

Santa: Me perturba tú mirada, también te quedas cinco minutos por acosador a señores mayores.

Romeo: Jodase bola de grasa parlante, usted no es santa es un viejo suc...― alcanzan a taparle la boca.

Kuro: No seas idiota, insultarlo para que te den más tiempo castigado no te conviene ― le susurra cerca del oído.

Santa: Tú también estas castigada ―observa la portada del libro que se encontraba en el pupitre de ella ―. ¡No puedes traer libros para adultos a clases! ― niega mirando de reojo la portada.

Kuro: ¡Pues que te den por el culo! ― agarra ese libro para lanzarlo, golpeandolo en el acto ―. Usted se lo busco ― agarra su bolso para luego ir a recoger su libro.

Shandy: ¡¿Quien apoya a irse temprano!? ―todos los alumnis levantan la mano y se van pisando a Santa que seguía inconciente.

Mateo: Pobrecito...―se agacha para colocarle una manta sobandole la frente―. Para que no se muera

Martín: Mateo eres tan bueno, pero así no se trata a las personas ― se agacha para pintarlo todo el rostro con plumón al pobre hombre ―. ¡Estas divino! ― se aplaude ―. Y eso que lo hizo un profesional de la belleza o sea yo

Leo: ¡Bruja! ― exclama levantándose para acercarse a Shandy ―. ¡Tú tienes algo mío! ― apunta hacia ella mirándola molesto intentando inútilmente tratar de hacer una sonrisa amigable.

El Internado para Idiotas [Libro2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora