Capítulo 25: Vengadores nocturnos

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Caleb

Hoy, era la última mañana en la casa de la playa y esta comenzaba con un asombroso azul que se fundía con la inmensidad del mar, era una ilusión de tranquilidad, sin que nadie sospechara la perturbación de la noche previa.

Rodaba en mi cama con los recuerdos frescos. Cada paso, cada respiración, absolutamente todo lo que surgía en nuestra pequeña travesura estaba en mi memoria, era como si estuviese en una película donde los tres éramos protagonistas, éramos protagonistas de nuestra primera fase de venganza. ¡Éramos vengadores nocturnos!.

Después de realizar las acciones evasivas con las chicas nos dirigimos con sigilo por la playa hasta la casa continúa, todos en absoluto silencio, parecía que nada nos podía tocar. La inmensidad de la noche era nuestra cómplice y la luna el único testigo que podía ver desde una distancia perfecta.

Estábamos a punto de entrar, recordé que necesitaríamos una pequeña llave que el padre de Brittany siempre tenía cuando realizaba alguno que otro arreglo (cosa que nadie creía que los realizaba muy bien, porque siempre su esposa llamaba a los profesionales). Esa pequeña llave era lo único que nos faltaba, y se encontraba casi a nuestros pies. tome la delantera y salte hacia una pequeña alcoba que sirve para guardar tablas de surf hasta la pequeña caja de herramientas que necesitaba para encontrar el preciado botín.

Me sentía como un ninja en medio de la oscuridad, intentando no golpear nada. Cosa que no resultó demasiado bien porque los chicos me siguieron dentro del pequeño cuarto y Josh no es lo que muchos quisieran llamar silencioso.

— ¿Qué haces, porque no esperaste afuera?

— tardas demasiado Caleb, además crees que nos escucharan si están tan ocupados — no es que lo dijera como pregunta pero creo haberlo visto mover las cejas de forma sarcástica.

— ¿chicos, qué es lo que estamos buscando?

— es una pequeña caja de herramientas roja, y que por cierto está a tu lado. Bien hecho Chris.

— Ahora sí comienza la operación "oso acaramelado" — dijo entusiasmado Josh, dejó constancia del que llamó a la fase uno de venganza, y citó "Oso acaramelado" fue Josh, aunque la verdad es que espero que queden más blancos que un muñeco de nieve.

Lo primero que hicimos fue quitar el agua, ya que la llave de paso estaba a pocos metros de la entrada, el segundo corte fue la línea telefónica y luego nos dirigimos hacia el garaje, y no fue sorpresa encontrarnos con los autos de esos dos sin seguro. Creo que el destino estaba jugando sus cartas a nuestro favor.

Luego de pincharles las llantas que estaban al lado del copiloto y desajustar un poco las del conductor para que fuese imposible moverlos. Chris y yo nos dedicamos a rociar en los compartimentos del aire acondicionado harina para que cuando intentasen algo se llevarán una nevada personal.

Y como toque personal de Josh, estaba esparciendo miel por la entrada del garaje, en la cerradura, el volante y los asientos de los coches. Todo quedó como si un panal de abejas hubiera vomitado por todo el espacio. Y el primero en probarlo fue Josh que cayó de culo en su propia trampa. y lo admito, me pareció muy bueno cuando lo planeo, que no pude negarme. Y él confirmó la efectividad de la travesura.

Y como mi venganza personal, entre a hurtadillas a la sala y para mí buena suerte los teléfonos de ambos se encontraban a no más de diez pasos de mi. Era mi oportunidad para dejarlos totalmente incomunicados.

Un golpe al otro lado de la puerta me instó a despertar de mis recuerdos, era tiempo de empezar este día de la mejor manera posible y esos mis queridos amigos es con un buen desayuno. Baje y empecé a organizar los desayunos de los chicos, todos consistían en dos huevos fritos, un poco de tocino, café expreso para Chris y café con un poco de leche para Josh y yo. Las chicas por otro lado siempre comían cereales, un poco de fruta y jugo de naranja. Estaba picando las frutas que teníamos, cuando llegaron Josh y Chris, para una charla.

Tiempo de una dulce venganza - Caleb (Reinventando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora