Miedo

23 3 0
                                    

Interrumpiendo cualquier acción. Un par de toquidos se escucharon, sin embargo nadie se movió, no importaba quien fuera, no importaba que quería, pues ellas sabían que cualquiera que fuere no lograría recibir la mínima cortesía, a la mala aprendieron que no podían abrir a cualquiera, es más nadie tenía derecho al paso, por lo tanto decidieron guardar silencio, apagar la luz y fingir la ausencia, hacía la existencia que acechaba, contuvieron  la reparación estando ansiosas, ya que por momentos parecía que la puerta cedería, razón e instinto estaban al frente lista para defenderse, pero no fue necesario pues como siempre la puerta no cedió más bien se reforzó y lo que estaba afuera por vencido se dio, dieron un suspiro colectivo pues sabían que cuando alguien intentaba entrar era por sólo tres razones, intentar destruirlas más, ayudarlas, o analizarlas, aunque la segunda razón rara vez se presentaba, además aunque pasara era bien sabido que preferían rechazar la ayuda pues la decisión por todas fue tomada, ya habían cortado sus alas.

Una vez calmadas acordaron observar por turnos como a aquel  innecesario la vida se le escapaba, después de todo bien sabían que no sobreviviria pues en aquel cuarto todo por si mismo moriría, incluyéndose ellas mismas, que cada día menos vida tenían

La Mente AdolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora