Causa y efecto

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Matar, como si el sentido de mi existencia fuese acabar con la de otros. Reflexionemos.
Tengo 23 años de estar aquí, en este planeta. Llevaba una vida común y corriente, viví con mis padres hasta que me mandaron a casa de mis tíos porque ahorqué a su gato, tenía entonces siete años. Mis tíos me dieron todo y todo lo que pedía era para ellos una orden. No lo hacían por mi, lo hacían por quedar bien con mis padres. Fui trasladado cuatro veces de mis escuelas de primaria porque en todas tuve riñas demasiado contundentes: dejé niños con brazos rotos, cortadas en sus frentes, mordidas en sus mejillas... Nunca sentí remordimientos.
Mis tíos se las arreglaron para hacer que superara la primaria... Y al llegar al bachillerato fue aún peor mi situación disciplinaria. Decidí dejar de estudiar.
Mis tíos no tuvieron reparo en complacer mi petición; Esta vez no lo hacía por mi no por mis padres, lo hacía por ellos y su tranquilidad.
Un día fueron a mi habitación, el lugar donde pasé el resto de mis días desde que dejé de estudiar. Tenía panfletos y fotografías de Michael y jason por todos lados (Por eso mis tíos nunca se acercaban a mi habitación), esos tipos invencibles que aparecían de la nada y brillaban por su silencio, amaba sus películas.
-Rob, cariño... Tenemos que hablar con tigo- odiaba la supuesta dulzura de mi tía.
-¿Que quieren?- recuerdo que estaba enojado porque ellos estaban ahí, invadiendo mi espacio.
-¿Puedes venir con nosotros por favor?.
Me levanté a regañadientes de mi cama y caminé a la sala de estar. Me senté en un sillón y me dispuse a escuchar. Ellos llegaron segundos después, eran unos viejos lentos para todo.
Empezaron a susurrar entre ellos, como si mi tía no quisiera decirme nada y mi tío quisiese obligarla. Ella empezó a llorar y al final habló él.
-Rob, esto es importante... Es difícil para mí ser quien tenga que contarte esto- miró a mi tía de reojo y continuó -Tomalo con calma, todo estará bien-.
Respiraba y me miraba, mi tía no dejaba de sollozar y yo no sabía que decir. Al final, él sacó valor de quien sabe donde y dejó salir la noticia.
-Rob, tus padres tuvieron un accidente mientras venían por ti. Desafortunada mente ya no están.
Mis padres... ¿Quienes eran ellos?. No tuve la menor tristeza porque nunca estuvieron para mi durante mis primeros siete años, no tenía recuerdos de ellos, solo los "buenos días, ve a la escuela" de mi mamá y las "buenas noches, duerme ya que mañana tienes escuela" de mi padre" Nada más.
Sin embargo si sentí algo, empecé a llorar, mis tíos se abalanzaron a abrazarme y trataban de consolarme mientras ellos lloraban mas fuerte que yo.
No lloraba por mis padres aunque debería, lloraba por lo injusta de la vida. Pensaba que vivir era un simple paso para llegar al final, porque sin vida no hay muerte. Alguien debía combatirla entonces, Acabar con sus fechorías... Ella era aparentemente perfecta para mucha gente, pero nunca daba una felicidad completa, era una mentirosa, traicionera, efímera...
Decidí que alguna vez cambiaría las cosas, la muerte era la consecuencia final de vivir y yo me habría de convertir el ella. No permitiría que la vida llevara a las personas hasta donde ella quisiera, arruinaría sus planes.
¿Este fue mi error?.

Anecdotario De SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora