Una aventura magica

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Todo empezó un día viernes en la tarde, José y María jugaban play cuando la madre de María entró en la habitación diciendo que la comida casi estaba lista.
Los niños felices se colocaron una armadura hecha de cartón y papel aluminio. María tomó una espada hecha de cartón y pintada como una espada real y José tenía un arco hecho de madera y una cuerda y con flechas de ramas y papel aluminio.
Al abrir la puerta no encontraron un simple pasillo, si no una mazmorra llena de enemigos y sus disfraces se convirtieron en armaduras y armas reales.
Corrieron por los pasillos de aquella mazmorra hasta llegar a una gran puerta protegida por un gran ogro.
María le dijo a José que lanzara una flecha a la cuerda que estaba detrás del ogro, el obedeció y tiró la flecha provocando que un candelabro cayera sobre este. María empuñó la espada y cortó el cuello del ogro y extrajo una llave para pasar a la siguiente habitación.
En esta encontraron agua, era un lago muy profundo con un camino de piedras que llegaba hasta una llave para la siguiente habitación.
-Solo hay que cruzar - dijo José.

Es fácil, demasiado fácil pensó María. José ya estaba cruzando el puente cuando se escuchó una melodiosa canción, José cayó al agua y fue agarrado por una mujer mitad pez.

- ¡Sirenas! - Gritó María y se lanzó al agua para salvar a José.

María empezó a golpear a las sirenas con su espada mientras subía a la superficie con José, tomó la llave y fueron a la siguiente habitación que no era mas que un pasillo, caminaron por éste cuando María pisó una trampa. De las paredes salieron flechas, los héroes corrieron esquivando las flechas. Ya faltaba poco para llegar.
Pero José se tropezó y le llego una flecha. María se volvió y cargó a su compañero y salieron.
Llegaron a la cocina y vieron a la madre de María.

- Niños, ¿que hacen, otras de sus aventuras? - dijo la madre

- Sip, vencimos a un ogro - Contestó José que seguía en la espalda de María.

- De acuerdo, siéntense que les sirvo la comida - dijo la madre. Los niños obedecieron esperando su plato.

- Oh, se me olvidó comprar la leche - replicó la madre. Los niños se miraron con una mirada cómplice.

- ¡No te preocupes mamá, nosotros nos encargamos! - dijo María.
Los niños agarraron el oro y marcharon hacia otra aventura llena de emociones.

Colorín colorado este cuento se ha acabado.

Dedicado a unas bellas damas:
Renata_Diaz
pikachu_azul

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⏰ Última actualización: May 21, 2016 ⏰

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