Un Sueño De Amor.©® ♡(T.O.P Y TU)♡

CAPÍTULO 4.- 50 Rosas.

Paso toda una semana,salí con Jessica para conocer un poco de la ciudad, solo espero no perderme. Era lunes y tenia que ir a la universidad. Me levanté de la cama y me dirigí al baño a darme una ducha y arreglarme para ir a la universidad.

Salí de bañarme y tenía una llamada de Jessica y mas de 100 mensajes en WhatsApp, la gran mayoría decían: »*Tengo algo importante que contarte ,*Contéstame ya :'v*, * Yah! tu! morirás si no me contestas«. Hasta que por fin contesté sus mensajes.

|Conversación de WhatsApp|

— ¿Qué paso? ¿Qué tienes? ¿Paso algo malo?

— Al fin contestas, me encontré con Kevin, y ¿que crees?, ¡Me acaba de pedir que sea su novia!

— ¿Kevin? ¿Enserio? Acabamos de llegar a corea y ¿ya tienes novio? Tu si que tienes suerte ;).

— ¡Lo sé! *-*, el fue uno de los motivos por los que me vine a Corea.

— Bueno, pero, ¿quién es Kevin? ¿lo conozco?

— Claro que si mensa cuando fuimos al concierto de U-KISS y pasamos a camerinos con ellos, fue la primera vez que nos vimos y fue amor a primera vista.

— Oh cierto ya recordé, bueno me da gusto, te deseo lo mejor. Te dejo porque ya es tardísimo y no quiero llegar tarde - repondí.

— Okai >.< ¡FIGHTING! - respondió aquella chinchilla tonta.

|FIN DE LA CONVERSACIÓN|

Salí rápidamente de mi cuarto lista para ir a mi primer día de clases, en ese momento escuche una voz que me preguntaba

—¿No vas a desayunar? Aún es temprano, yo puedo llevarte en mi coche — me di la media vuelta y puede ver a a señora Kim.

— Claro, muchas gracias — dije y me dirigí hasta el comedor.

En la mensa había Café, fruta, cereal, entre otras cosas. A mí me daba mucha pena comer con ellos porque aún no sabía cómo hacerlo, son muy diferentes a las comidas de México.

Tomé un poco de café y un poco de fruta, al terminar esto me levante de la mesa haciendo una reverencia a la señora Kim, ella igual se levantó.

— ¿Nos vamos? — dijo amablemente la señora Kim.

— Claro — Contesté con una sonrisa.

Llegue a la escuela, primer día solo espero no hacer ninguna estupidez pero viniendo de mi todo es posible.

Entre al salón y me encuentro rodeada de muchas personas coreanas, y uno que otro Extranjero, pero el 75% eran Coreanos, ¡que esperabas estas en Corea!

—¿Enserio no habrá alguien latino aquí? ¿alguien que hable español no nada? —me pregunté.

— No se ven muchas personas Latinas aquí, creo que te será muy difícil encontrarlas — voltee muy rápido al ver que alguien me había escuchado.

Era una chica que parecía de alguna parte de Latino américa,ya que pudo entender perfectamente mi idioma y su color de piel lo decía todo, era muy linda, le sonreí y ella imito mi acción. Me acerque a ella para poder hablar.

— Hola me llamo TN — Digo estirando la mano.

»Está chica parecía ser de Perú, lo decía por su acento« Pensé.

— Hola yo me llamo Kenia y soy de Perú — respondió estrechando mi manó.

— Eso pensé, ¡le atine! — contesté algo emocionada.

— ¿Enserio? (Comenzamos a reír). Si quieres te puedes sentar junto a mi digo para sentirnos más cómodas entre tanto chino — dijo y soltamos una gran risa, todos voltearon a vernos y en ese instante dejamos de reír para ponernos un poco más serias — ¿Y de dónde eres? ¿y por qué entraste aquí?

—Yo soy mexicana ¿no ves mi nopal? (reí despacio)  Quise estudiar aquí porque amo Corea y ésta carrera también, así que aquí estoy — Contesté a todas sus preguntas mientras nos sentábamos en un escritorio. Cabe resaltar que eramos las únicas personas latinas en aquel salón.

Llego el profesor y empezó la clase, mi primera clase Sistema Políticos Comparados, guardamos silencio todos y empezó a dar la clase.

•TIEMPO DE DESCANSO•

La hora del descanso llego, lo deseaba tanto para poder seguir platicando con Kenia, empezamos a contar cosas de nuestro pasado y de nuestra vida ella había tenido una vida llena de lujos, mientras que yo era una chica de clase media y que estaba aquí por una beca del gobierno de México y Corea. Ya que la empresa de mi padre estaba pasando por circunstancias algo complicadas cuando decidí venirme aquí,entonces no teníamos una economía muy buena,así que los gobiernos decidieron ayudarme.

Mientras comíamos recibí un mensaje de un número que no conocía:

|Único mensaje: número desconocido|

"Espero te vaya muy bien en tu primer día de clases"

No le tomé importancia ya que pensé que se habían equivocado de número así que solo decidí ignorarlo. Kenia continuamos hablando todo el día de las cosas que nos gustan resulto que también le gusta el K-Pop y ese tipo de cosas.

•SALIDA DE CLASES•

Salimos de clase y fui hacía el estacionamiento para a ver si había venido la señora Kim, al parecer no vino, me dijo que tenía que hacer algunas cosas pero que intentaría pasar por mi y si no era así que me fue en el autobús, no importa igual quería ir a comer ramen por ahí.

Fui con Kenia hasta el estacionamiento y noté como se empezaba a juntar mucha gente sobre alguien parado frente a un coche deportivo. Kenia y yo decidimos esquivarlos, por que no ibamos a poder pasar por ahí. Hasta que una voz muy conocida para mi hablo.

— ¡Hey tú la Mexicana! — dijo aquél hombre mientras soltaba una risa.

Como no iba a voltear si conocía esa voz y la única mexica era yo, solo entonces voltee y fue cuando la gente abrió paso hacia el, y estaba el ahí, recargado en la puerta de su coche y traía un ramo de rosas que me dejo sin movimiento y apunto se soltar el llanto.

Pero fue ahí cuando una mano jalo mi brazo y me llevo hacia él, me empujo que hizo que nuestros cuerpos se pegaran mucho y nos sonrojamos los dos. Solo pude ver como Kenia se iba rápida mente y diciéndome en voz baja "me cuentas todo mañana"

— Hola, Mexicana — Dijo TOP con una sonrisa pícara.

— Hola, ¿Qué haces aquí? — Pregunté apenada. Noté que en el cofré de su coche había un ramo grande de rosas — ¿y esas rosas?

— Son para ti por no a verte buscado en toda esta semana — Respondió con su dulce voz hizo que mi corazón se detuviera.

— Gracias, pero no era necesario — respondí seríamente.

— Una chica como tú merece esto y más así que vamos — Dijo esto mientras abría la puerta de su coche en señal de que subiera con él, no lo pensé dos veces cuando subí.

— Te llevaré a un lugar especial, espero y te guste.