Capitulo 13: Demonio Strada

900 98 21
                                    

¿Kidou? ¿Eres tú?, no espera...tú no eres Kidou ¿O sí?


Nombre: Demonio Strada
Edad: 14, creo la verdad no se la pregunté


Día libre por fin, después de ganar la final el entrenador decidió que sería una buena idea darnos día libre para conocer y pasear por el lugar, eran exactamente las 9 de la mañana, aburrido como siempre y tratando de huir de los locos de Kazemaru y Endo fui a la estancia a ver qué hacía para des aburrirme pero como todos los sábados en la mañana no había nada en la TV tan solo esos estúpidos programas para niños, no tenía nada más que hacer así que me quede viéndolo.


―esas son estupideces―dijo sentándose no muy lejos de mí el odioso de Fudou Akio

―no hay nada en la tele―dije haciéndome a un lado, no era bueno estar tan cerca de él

―no te creo nada, dame el control

―no, es mío, yo lo agarré primero

―no seas bebe, dámelo

―que no―le dije mientras forcejeaba con él―yo lo agarré primero

―dejen de jugar―se acercó Kidou―son unos niños, maduren


El de goggles se sentó hasta la esquina del mismo sofá con una revista y comenzó a leerla


―eres un amargado―le replicó el numero 8 soltando el control remoto

― ¿Quieres una? ―preguntó Kazemaru sentándose en la mesita de enfrente con un recipiente de fruta

―no gracias, ¿Dónde dejaste a Endo? ―pregunté ya que era raro verlo sin él

―se está cambiando, vamos a salir cuando termine―respondió comiéndose una guayaba

―que ¿A mí no me ofreces una? ―se quejó el de corte mohicano

―no―respondió el peli azul con la boca llena―tú no te lo mereces

―YO QUIERO UNA MANDARINA―gritó para perseguirlo por toda la habitación


Eso era algo recurrente en Fudou, yo tan solo me quede mirando de reojo al querido novio quien no parecía importarle mucho lo que estuviera pasando, el de ojos verdes regreso con la fruta en la mano dejando a Kazemaru tirado en el piso quejándose como siempre.


―vaya que eres un niño―se escuchó del estratega titular ante la molestia de Fudou


Era increíble como su relación podía funcionar, Kidou tan serio como siempre, leyendo su revista mientras que el "amigable" Fudou Akio le arrojaba la cascarita de la mandarina en la cabeza tratando de desesperarlo y el único que se divertía parecía ser él.


― ¿Puedo preguntarles algo?

―No―respondió aun sonriendo el numero 8

―claro Midorikawa, lo que quieras―respondió amable el otro estratega―basta Akio deja de hacer eso

― ¿Quién de ustedes está arriba? ―pregunté haciendo que el de ojos verdes casi se ahogara con la fruta

―eso es personal―dijo Kidou mientras se ponía de pie― ¿Para qué quieres saber eso?

―curiosidad, es que no tengo nada más que hacer

―bueno pues como sea, me voy a mi cuarto

―no te enojes Kidou―gritó el de ojos verdes levantándose de mala gana―voy con él, a y respondiendo a tu pregunta soy yo―me sonrió―nos vemos después

Crónicas de un estudianteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora