Acostumbrandome a la nueva Cristina

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Observe al doctor mientras habla y le daba explicaciones a Cristina. A pesar de que ya esta mejor, no es la misma. No habla como antes ni sonríe. No hay razón para hacerlo. Y se siente aun más mal, cuando sabe que sus papás no han estado con ella para apoyarla. El doctor se acerca a mi y trae una bolsa con el cambio de ropa para Cristina.

— Como ya dije, los análisis han resultado bien, no tiene ninguna enfermedad o algo parecido —Me dice

— Pero, creo que va necesitar llevar a la chica a un psicólogo, esta demasiado mal.

— Ya lo veo, pero no podemos.. sería muy riesgoso —Le digo y el doctor hace una mueca.

— Entiendo, entonces trate de animarla o haga lo que sea para que se sienta mejor, puede cometer alguna locura —Comenta el doctor, suspiro.

— Lo sé, solo quiero.. cuidarla y hacerla sentir bien —El doctor asiente levemente.

— Puede llevársela ya.. solo qué se cambie de ropa. Llegando a su casa, le da un baño de burbujas, relaja a los pacientes qué sufren este problema.. —Me sugiere

— Esta bien, gracias doctor..

— No se le olvide llegar a la caja.. a pagar —Me recuerda el doctor, suelto una risa.

— No se preocupe por eso —Murmuro

— Gracias. El doctor le dedica una mirada y sale de la habitación.Miro a Cristina quien ya no tiene nada de aparatos en el cuerpo. Me acerco lentamente a ella y le acaricio el hombro. Su piel es tan suave.. pero esta pálida.

— Necesito que te cambies lindura. Saldré unos momentos para que te cambies ¿Vale? —Ella asiente, y ve como salgo de la habitación. Cristina saca la ropa que hay en la bolsa. Suspira cansada y se viste poco a poco. Cuando termina, camina lento hacia la puerta, la abre y ve a Justin recargado en la pared. La mirada perdida, esta triste, tal vez como ella. Pero las tristezas no se comparan.. ninguna de los dos es igual.

— Ya estoy lista —Dice ella en voz baja, y yo asiento. Me acerco a ella y le tomo las caderas, listo para tomarla en sus brazos. Ella se aleja y me mira.

— No es necesario, puedo caminar sola.. Frunzo el ceño y asiento, le doy mi mano y ella acepta.. Camino hacia el pasillo, entramos al elevador y esperamos llegar a la planta baja, nos acercamos a pagar, para después irnos a casa. Le ayudo a subirse al auto y le pongo el cinturón. No habla, no sonríe, ni siquiera se mueve. No muestra nada, y nada más que eso le duele. ¿Por qué? No lo se, pero me duele en el alma. Hacía tanto que no me sentía así de vacio. Solo era una semana de conocer a aquella chica, y todo lo que le pasara a ella, me dolía. Necesito una respuesta lógica. Jamás había trabajado con niñas, como ella. Solo con adultos, hasta con famosos. Tal vez era aquello. Estaba encariñando con una niña.. también podía ser porqué era parecida a Jazmin, pero.. a la vez, la confusión me invadía. No era cualquier persona que se sintiera mal por cualquier cosa, no era que no tuviera sentimientos, si no que.. no los demostraba a cualquiera. Solo mi familia, amigos y Brad habían presenciado a un Justin diferente, los demás, me consideraban un hombre fuerte, con valentía.. pero a veces, no era así, no siempre era perfecto.

~*~

Llegamos por fin a casa, de nuevo le abrió la puerta y la guie hasta adentro.

— ¡Papá, mamá! —Grita ella, subiendo las escaleras. Necesita a sus padres, abrazándola.. dándole cariño, como ellos lo sabían hacer. Suspiro y salgo detrás de ella, aun no le he explicado la situación, pero ella necesita darse cuenta rápido, sus padres por ahora, no pueden estar con ella. Cristina se desilusiona al ver que no están en su cama, suelta las lagrimas rápido. Mirando con desesperación cualquier parte del cuarto. ¿Porqué no están? ¿Por qué? Ella los necesita, ahora, siempre.. para siempre.

— Cristina... —Murmuro por detrás

— Ellos..

— ¡No están! —Grita

— ¿Dónde están mis papás Justin? ¡Quiero estar con ellos! Yo solo la abrazo, sintiendo como el cuerpo de ella se desvanece en mis brazos.. la llevo hacia su habitación y la recuesto en la cama, mientras le acariciaba el cabello y la hacia sentir mejor. Pero es imposible.

— Cristina preciosa.. tranquila ¿Si? —Le digo. Ella solo solloza en mi pecho.

— Quiero a mis papás.. ahora Justin.. —Murmura triste

— ¿Porqué no están? Los quiero aquí.. los necesito..

— Ellos.. están fuera de la ciudad —le digo

— No lo hacen por gusto.. si no porque te quieren proteger.. ¿De acuerdo?

— ¿De qué? —Pregunta confusa, mientras me acariciaba el pecho inconscientemente.

— De el, no quieren que te haga daño, así que tranquila. Ellos estarán pronto aquí.. —Ella asiente con la cabeza y le sonrío. Me paro de la cama y la miro.

— Te preparare un baño de burbujas. Camino hacia el baño de Cristina, y abro la llave de el agua caliente, mientras esta cae en su bañera. El baño es demasiado acogedor.. con colores cremas, y piso suave. Vacío la botella de burbujas en la bañera y espero a que se llene.

— ¡Cristina! Alístate, para qué te metas ya al agua —Le grito desde el baño. La bañera se llena y la cierro. Luego de varios minutos, escucho pasos en el cuarto y cuando me doy la vuelta, me encuentro con una Cristina desnuda. Me muerdo levemente el labio. ¿Qué demonios estaba haciendo? Yo no le había dicho que se desnudara yo estando aquí. Ella se tapa los senos con las manos, no siente nervios.. ni incomodidad. No siente nada. Mi mirada se desliza por todo su cuerpo, guardando aquella perfecta imagen. Estaba rogando por volver a tener quince y conseguirme a una chica como ella.

— Cri..Cristina.. —Murmuro nervioso. ¿De cuando acá me ponía nervioso ver a chicas.. desnudas? Aquello era extraño

— Ya.. es mejor.. que.. te metas.. Ella asiente, y se sumerge en el agua. Voltea a verme, estoy nervioso, impaciente. Recarga su cabeza en la bañera, y se relaja. Trata de olvidar todo lo que le ha pasado.. pero no puede..

Yo solo le sobo la cara y me siento en el váter. No es que quiero estar aquí pareciendo cerdo, si no que.. no quiero que ella se sienta sola, como cuando me fui de su habitación en el hospital.

— Justin.. —Murmura ella mirándome

— ¿Quieres meterte conmigo? Me atraganto y la miro nervioso.

— ¿En verdad quieres eso? —Pregunto y me levanta del váter, ella me mira. No quiere sentirse sola, necesita a alguien dándole calor.. cariño, abrazándola. En cualquier lugar

— Si.. no quiero ser algo.. pervertida.. solo quiero sentirme menos sola —Murmura, ella y sus ojos de nuevo se aguan.

— Pero Cristina.. soy hombre y a pesar de que solo seas una niña.. desnuda me pones y créeme no quiero hacerte daño.. —Le soy sincero, ella suspira y solo niega con la cabeza.

— Yo se que nunca me harías daño.. —Me dice ella y yo solo suspiro

— Por favor.. Trago saliva y empiezo a quitarme la camisa, nervioso.. después mis pantalones, el bóxer me lo dejo. Me acerco a la bañera y me meto con cuidado, me acomodo debajo de ella, y le rodeo la cintura, mientras ella esta recostada en mi pecho descansando, cerrando los ojos.. se sentía más segura. Yo e sorprendi por no haberse excitado, por no haberse sentido impaciente por follarla. Se siente tan bien sentirla así, cerca.. cuidándola, de que no le hicieran daño.

Mision Para Siempre (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora