Mision Para Siempre (Adaptada)

Demonios!!! Mi guardaespaldas es todo un pervertido!

Chicas, lamento no haber subido capitulos :( btw de ahora en adelante NO sera Sofia, el nombre de la protagonista sera CRISTINA

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- ¿Crees que debamos tener más seguridad en la casa? -Pregunto Brad. Justin asintió levemente.

- Si, tendremos que poner unas cuantas cámaras, seguros en las ventanas y puertas. Se que es algo exagerado, pero sabemos muy bien que Cruise es muy bueno en lograr lo que se propone.

- Si lo se -Suspiro

- Esta loco.

- Así es Brad, pero no te preocupes. Haremos lo posible para tener a tu hija a salvo.. -Le animo Justin.

- Lo se.. -Murmuro.

- ¿Qué fue lo que le hizo a tu hija, la vez que la secuestro hace 5 años? -Pregunto Justin, curioso. Brad suspiro, ante aquel horrible recuerdo. Era la primera vez que Gregory había atentado contra su familia. Siempre habían sido amenazas, pero jamás las cumplió, hasta que lo hizo.

- La golpeo con un cinturón, lo dejo varias cicatrices en la espalda. Y le picoteaba con jeringas en las piernas y brazos. Jamás le inyecto alguna cosa rara, solo la picoteaba, después de aquello Cristina no soporta ver cinturones o jeringas, les tiene miedo. Justin hizo una mueca de disgusto al imaginar a Cristina en esa situación, era algo grave. Lo peor del caso era que ahora Tom había amenazado, con violarla.

- Entonces, empiezo con poner los seguros automáticos en las ventanas y puertas, las cámaras se las encargare a unos de mis compañeros.

- Esta bien -Hablo Brad. Hace 5 años, Tom Cruise había logrado secuestrar a su pequeña Cristina. Brad casi había muerto ante aquella noticia y más Angelina. Aquel hombre estaba completamente loco. Había hecho que su hija durara meses llorando por todo lo que le hizo, y simplemente ya no quería que su hija, pasara por lo mismo. Ya no, pero sabía que cualquier descuido podía ser malo. Cristina miró de nuevo aquella foto de su familia, su mamá, su papá y ella. Jamás le habían dado una o un hermano a ella, pero aun así, eran felices. Aunque a veces, las peleas nunca faltaban. Cristina había cambiado demasiado desde que cumplió los 15, ya no era la misma. Alguien toco la puerta de la habitación de la chica, ella gruño y fue a abrir, para encontrarse con Justin. Torció los ojos de mala gana, y...

- ¿Qué quieres? -Pregunto ella, Justin sonrió.

- Vengo a poner seguros automáticos en tus ventanas, así que.. con permiso. Cristina frunció el ceño. ¿Seguros automáticos en las ventanas? Pero que coño..

- ¿Qué? ¿Y porqué? -Pregunto, Justin se acerco a la ventana del cuarto.

- Por tu seguridad -Le dijo. Ella bufo.

- ¡Estas loco! No, no vas a poner eso en mi cuarto. ¿Entendido?

- No, no lo entiendo. Y ahora es mejor que controles tu forma de ser, si no quieres que también te ponga una cámara en el cuarto -La amenazo con una sonrisa en la cara.

- ¡Ja! ¿Y no quieres poner una en mi cuarto de baño para deleitar tu hermosa vista? -Le dijo con sarcasmo, Justin se cruzo de brazos. - La verdad.. no sería tan mala idea.. -Murmuro mirándola de arriba abajo.

- ¡Cerdo! -Le grito.

- Tu haz empezado lindura, no te quejes si la termino poniendo.. -Le hablo bajo, ella rió.

- Si, claro.. quédate con las ganas estúpido -Le ofendió Cristina. Justin rió.

- Para tener 15 años, creo que ya dices palabras que no deberías lindura.

- ¡No me llames lindura! -Exploto, el rió.

- Oh, lindura ¿Porqué? No lo niegues.. eres preciosa ¿Porqué no puedo llamarte así?. Cristina se sonrojo ante aquellas palabras, demonios. Apretó los labios nerviosa y suspiro. Este hombre se estaba pasando.

- Si lo sé, soy perfecta. Admírame 5 segundos y después ya puedes irte de mi cuarto -Le dijo ella rápido. Justin solo una leve carcajada.

- ¿Porqué te pones nerviosa lindura? Seguro miles de chicos en tu colegio te lo han dicho ¿No? -Ella lo fulmino con la mirada.

- Pues la verdad si. ¿Ya terminaste de hablar? Quiero que te vayas de mi habitación, ahora.

- Lo siento lindura, pero no puedo irme. Tengo poner los seguros automáticos en las ventanas. Ella solo lo miró y se sentó a la cama a teclear en su laptop, de vez en cuando volteaba su mirada a Justin, quien ponía unos aparatos en las ventanas. No podía y jamás lo negaría, este hombre era demasiado guapo. Le calculaba unos 24 o 25 años. No estaba del todo joven, pero ni viejo. Demonios. ¿Porqué le prestaba atención a aquel hombre? No llevaban ni 1 día de conocerse y ya le había puesto un sobrenombre cariñoso. ¿Qué sería cuando se conocieran una semana? O tal vez menos..

- He terminado -Anuncio Justin, ella lo miro.

- Qué bueno, largo ahora.. quiero privacidad -Dijo de mala gana. Justin rió y se sentó en la cama, frente a ella.

- ¿Qué tal si mejor me das un masaje.. en mi..? -Y no termino la pregunta, pues Cristina había abierto los ojos como platos y le había aventado una almohada en la cara.

- ¡Eres un cerdo! -Le grito ella, Justin se relamió los labios y se acerco a ella.

- Lindura, yo quería un masaje en mi espalda.. pero pues.. no importa. Si quieres lo dejamos para después.

- ¡Asqueroso! -Justin rió.

- No tengo la culpa que malinterpretes todo lo que digo, pervertida.

- Yo no estoy malinterpretando nada -Le dijo de mala gana.

- ¿A no? Si tu dices...

- Ya vete, quiero dormir -Justin asintió

- Bien, buenas noches lindura -Se levanto de la cama y la miró

- Sueña dándome un mensaje, donde quieras.. -Murmuro y salió de la habitación riéndose. Demonios, Cristina pensó que este hombre estaba loco. ¡Y era un cerdo!