Unos momentos antes
Un sonoro llanto envolvió la sala de estar en la casa Potter.Ginny, se apresuró a ver lo que interrumpió la paz de su hogar y nada la hubiera preparado para ver a un par de bebés desconocidos en una pequeña canasta.
—Harry— llamó a su esposo con un grito casi desesperado.
Tanto fue el shock del momento que no vio al pequeño James sentado en el suelo con unos cuantos vidrios rotos a su lado, examinó la escena con cuidado de no perder ningún detalle antes de actuar; su hijo choco su juguete favorito-un dragón metálico- con el espejo que nadie reclamo y tuvieron que conservar, sin esperar un segundo más levanto a su hijo para revisar que estuviera sano y salvo.
—Querida, ¿qué pasa?— un hombre castaño entró a la sala.
—He escuchado un llanto pensando que era James, corrí para ver que estuviera bien, pero el llanto no era suyo—explicó su mujer y fue cundo el castaño se percató de la canasta —¿quiénes son ellos Harry?.
Harry bajó y agarró la canasta con los dos seres dentro, con cautelosos movimientos buscó entre ellos, encontró sólo un dije de serpiente con una nota en la que se escribía:
"Marie y Thomas"
—Debemos hacer algo, llevémoslos con tu madre, ella sabrá que hacer—fue lo que dijo el.
Ginny asintió.
Con delicadeza Harry tomó la canasta, esperando encontrar algo más que la nota con sus nombres.
Ahora
La bebé es la más escandaliza, mientras su hermanos es serio y casi indiferente a lo qué pasa a su alrededor.—Tendremos que llevarlos a un orfanato—dice Ginny.
La bebé llora más fuerte y provoca que la atención de los adulto aterrice en ella de nuevo. Tomaron a los bebés -Harry pues su esposa cargaba a su hijo- , se encontraron a si mismos en la chimenea nombrando aquel lugar donde por culpa de la guerra debieron visitar.
Los hechiceros que alguna vez visitaron ese lugar, fueron en su mayoría voluntarios quienes atendían el orfanato de Londres, ahora eran quienes portaban dos habilidades: Ser un mago desempleado y haber cursado hasta el cuarto año en una escuela de magia autorizada por el ministerio de magia. Por lo cual no era de sorprenderse que el lugar estuviera un poco descuidado.
— Harry Potter— un viejo mago, desaliñado y sin rastro de una ducha reciente, cabe aclarar.
— Buenas tardes— hablo Harry— Vengo a...— ni siquiera el que alguna vez fue el elegido sabía la forma correcta de llamarlo, "vengo a abandonar a dos niños" o "Me he encontrado a este par y no quiero ser responsable de ellos".
El viejo mago al ver la expresión de Harry le fue fácil de adivinar que se trataba de algo "desagradable", pero tan común en esa época, padres adoptan a los pequeños para luego darse cuenta de que la vida con hijos es demasiado difícil.
— Me haré cargo— dice y toma primero al pequeño.
La bebé se resiste, abraza a Harry y se niega a soltarlo. Ginny quien ha guardado silencio mira aquella escena con un dolor en el pecho, culpa.
— Harry, espera— susurra sin querer ser escuchada.
El ve a su esposa y se encuentra a si mismo en un gran aprieto.
— No puedo— se excusa la pelirroja.
La experiencia le enseñó al viejo mago encargado del como es un hijo perdido en la sangre de alguien más, pero la mala suerte no se alejaba de ningún lugar, el pequeño se había quedado sin hogar y hermana en pocas horas. Así que sin que la pareja se diera cuenta se llevó al bebé a una de las cunas-las cuales eran para dos o tres pues no hay suficientes-y lo acurruca en la más alejada.
Los caminos se separan, pero en algún momento se juntarán
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Bajo las tinieblas
FanfictionJames Sirius Potter. El sin saberlo a la poca edad de un año quebró una esquina de un espejo, algo insignificante a los ojos de todos, pero hay algo que nadie sabe. En ese espejo se ocultaban dos almas, pequeñas pero portadoras de algo grande. La cl...