Ya es diciembre y había finalizado el año escolar, llegó la época de navidad y consumismo infinito. Acompañe obligado a mi progenitora al centro comercial para las compras navideñas, "vaya día de mierda que voy a tener" pensaba yo sin saber que ese día cambiaría mi vida, aún no se si fue para bien o para mal.
En la zona de restaurantes de comida rápida, la gente comía y comía como si no hubiese un mañana, era habitual de hecho, y me parece muy indignante que la mayoría de la gente no esté informada de que tan dañinos pueden llegar a ser siertos alimentos de estos grandes restaurantes, cuyo objetivo es "hacer rodar al mundo" pero bueno, esto no es lo importante.
Entre toda la gente que había una me llamó la atención: un chico, un hermoso chico, algo bajo, aparentaba tener mi edad y tenía unos peculiares y misteriosos cortes en el rostro, podía ver y sentirse su pena , su dolor, sentía que el sentía lo mismo que yo.
El acababa de comprar una hamburguesa, cuando imprevistamente algo distrae mi atención hacia él, un grupo de aproximadamente 10 personas se acercaban hacia el y lo miraban con una mezcla de odio y diversión. Una vez alado de el, le tiraron su cosas al suelo incluyendo su comida, le dieron una patada y salieron corriendo. La gente ignoró el suceso por lo general, otras simplemente miraron con asombro.
Me acerqué a el y le ofreci mi mano para ayudarlo a levantarse y dije "la vida apesta ¿No?, ¿Estás bien?" en ese momento mi vida cambió para siempre.
El me miró sorprendido y contestó "me...me...¿Me hablas a mí?"
-Sí- dije -¿Porqué no lo haría?- el empezó a recoger sus cosas -No te preocupes, yo las recojo, vamos levántate- El tomó mi mano, ser levantó y proseguí a recoger sus cosas.
-¿Quieres un helado? Ya que arruinaron tu comida...-
-No hagas como si te interesa mi vida-
-Siempre hay una primera vez para algo-
-Lo sé, como la primera vez que te golpean, la primera vez que juegan con tus sentimiento, la primera vez...-
-Que encuentro a alguien como tu- dije interrumpiéndole
-¿Como quién?
-Como yo- aclaré -Alguien como yo, que siente lo mismo que yo, lo veo en tus ojos.
-Pero que frase más cliché acabas de decir- y rió
-Pues no es mi culpa que todos hayan odio al futuro, escuchado tal frase, hayan vuelto al pasado y que parezca que saco estas hermosas frases de libros y películas.-
El comenzó a reír. El fue la primera persona en mi vida que se había reído con mi extraño sentido del humor (apuesto a que a ustedes tampoco les dio risa.) empezamos a hablar de temas variados, pokemón, animes, etc.
-Pero enserio- me insistió -¿A qué te refieres con que soy como tu?
-Que tu tambien sufres mucho día a día, pero ser como se siente ese dolor insoportable en el pecho, esas ganas constantes de llorar, esas ganar de....de...-
No tenía fuerzas para hablar. El me miró con asombro y tristeza, supongo que el también sabía lo que iba a decir. Noté como comenzaba a caer la primera lágrima, la cual sequé y luego lo abrasé.
Así fue como comencé a llorar con alguien el cual ni su nombre conocía, simplemente nos unía un mismo sentimiento y forma de pensar.
-Como te llamas?
-YoonGi ¿y tú?
-Me llamo Jimin-
-Ha sido un día muy extraño ¿Verdad?
Pasó mucho tiempo en el cuál hablamos de muchas cosas, de la vida en general, de nuestros problemas, aficiones, gustos, etc.
El era realmente parecido a mí, teníamos una gran pasión por la música, le gustaba cantar al igual que a mi.
Por mi parte, yo solo sufría de bullying y de problemas familiares constantes, pero mueras problemas no eran nada comparados con lo que el sufría día a día. Su padre era alcohólico y su madre drogadicta y como remate final también le hacían bullying.
Después de una larga charla, nos encontrábamos a los exteriores del centro comercial, ya riendonos de la vida y dejando de lado los temas melancólicos. Nuestras todas fueron interrumpidas por una voz que sonó a nuestras espaldas.
-¿Quién es el que te está jodiendo? ¿Porque no le dices de una vez que se acueste contigo? Deja de ser tan perdedor, no eres nada, tu eres a quien Dios le dio la espalda, nadie te quiere en este....-
-Cierra el hocico o te lo cierro yo- lo interrumpí
-Y tu crees que nos puedes callar a todos?- me di la vuelta y logre notar que era el mismo grupos de chicos que golpeó y empujó a YoonGi. Mi sangre comenzó a hervir -No eres nada al igual que YoonGi, ustedes son escoria, y a la escoria se le debe tratar como tal.-
Procedió a golpear a YoonGi, no podía dejar que eso pasara, debía interrumpir, si no podía ayudarme a mi mismo, por lo menos quería ayudar a los demás, no me importa lo que suceda. Rápidamente hago lo único que se me ocurrió en el momento, me interpuse en la trayectoria del puño hacia Yoongi, poniendome como escudo humano.
El golpe me llegó en el rostro, el dolor no importaba ya me habían golpearlo muchas veces y esta vez tenía una razón para luchar. A pesar de que el golpe fue fuerte no fue lo suficiente como para poder derribarme, y manteniéndome de pie le devolvió el golpe en el rostro con todas mis fuerzas y lo rematé con una patada en el estómago. Los otros me intentaron golper con fierros, del cual solo un golpe me acertó en la pierna, dolía, dolía mucho pero no importaba. Me sujetaron dos de ellos inesperadamente, no me podría liberar, era mi fin. Luego de unos 3 minutos de golpes constantes me tiraron al suelo y le dijeron a Yoongi:
-Agradece que no matamos al imbécil de tu "novio" hijo de puta.-
-N...no le digas.....así...-le dije mientras intentaba levantarme, pero no lo logré y volví y caer al piso, ellos me observaron riéndose y se largaron.
Yoongi se acercó a mi, el estaba llorando, sus lágrimas caían deslizándose por sus mejillas haciendo que sus cortes brillen y resalten me estaba abrazando mientras la sangre caía por mi nariz.
-No tenías porque hacer eso, nos acabamos de conocer, no tenías que...- y se hundió en sus lagrimas
-Eso hacen los amigos ¿No? Se protegen unos a otros- le sonreí -No es nada, no dejaré que nadie más te haga daño, por lo menos no en mi presencia.-
-A....a...¿Amigos?- dijo
-Sí, somos amigos ¿No?- me devolvió una sonrisa tímida
Luego de horas de conversación desgraciadamente nos tuvimos que despedir, nos dimos nuestros números de celular y me fui a casa con la excusa de que me había caído por las escaleras. Mi madre no me creyó, pero tampoco le importó.
Ese fue el comienzo de mi hermosa y trágica historia con este hermoso chico de extrañas características, Yongi.
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•YoonMin• Recuerdos de luz en la oscuridad.
Teen FictionUn chico llamado Jimin relata la historia de su vida desde su punto de vista, del dolor que sufre a causa del bullying, su desinterés por vivir y sobre todo su trágica historia con un misterioso chico llamado Yoongi, quién parece ser muy similar a é...