¿Qué Es Eso?

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Un sonido muy agudo me despertó, no supe cuánto tiempo estuve inconsciente pero no creo que haya sido poco, sentí una punzada en la cabeza que me llevó a querer despertar más rápido. Abrí mis ojos lentamente para así no agrandar el dolor de cabeza que sentía. Abrí y cerré varias veces los párpados para aclarar mi vista y poder darme a la tarea de reconocer el lugar, sin embargo, por más indicios que buscaba para saber donde me hallaba no se me venía nada a la mente. Tras repasar el lugar un par de veces más sentí otra punzada en la cabeza y al querer llevar mi mano hacia mi frente para sobar un poco y que disminuyera el dolor me percaté de que estaba atado con las manos en mi espalda.

No tenía las fuerzas para safarme del amarre de esas sogas, estaba débil, realmente estaba débil. Suspiré un poco cansado y no fue hasta ese momento que me di cuenta de que no llevaba mi máscara conmigo, estaba asustado, lleve la vista hacia mi cuerpo y me percaté de que tampoco tenía mi traje, sólo llevaba una camisa de tela muy fina y un bóxer con tela igualmente fina que la camisa, apenas y me arropaba y no me protegía del frío, ni siquiera llevaba puestos un par de zapatos. Debía encontrar mis ropas rápidamente sino quería morir.

No sé cómo pero pude levantarme después de darme cuenta de que mis pies no estaban atados. Me apoyé de la pared que estaba detrás de mi y me deslicé poco a poco hacia arriba. Caminé un poco y podía sentir lo frío que estaba el piso. Alcé un poco la cara y pude ver que había una ventana pequeña por donde entraba una tenue luz. Tenía que llegar allí, sería difícil ya que se hallaba un poco alto y solo había unos pedazos de cornisas por donde podía llegar pero éstos estaban rotos y se veía que si se ejercía mucha fuerza podían llegar a romperse más de lo que ya estaban, aparte de todo eso mis manos seguían atadas, pero pude llevarlas hacia adelante para estar más cómodo y poder escalar. Me acerqué a paso lento mientras tenía mis manos tomando mi torso de la parte derecha ya que mis costillas me habían empezado a doler.

Puse mis dos manos a la altura del pedazo de roca y uno de mis pies en un bloque de cemento que estaba en el piso para poder elevarme y subirlas rápidamente. Así lo hice pero sin embargo mi pie rozó con un pedazo de fierro y me lo arañó, dolió pero no me hizo ningún tipo de herida. Me tranquilice y miré a la siguiente cornisa que tenía que subir, esa estaba un poco más alta pero no me rendiría, tenía que subir.

Al estar ya en la cima por fin pude acercarme a la ventana y me percaté de que no podría salir por ahí, tenía una especie de vidrio muy resistente, lo sé porque en el cuartel usamos de ese tipo para estar más seguros si se presentaban ataques durante las noches. Me asomé y quedé atónito por el paisaje que vi.

Desde la ventana pude ver edificios que se estaban quemando y coches hechos pedazos, habían escombros por todos lados y el cielo estaba de color gris. Era normal que acabaran así las ciudades pero nunca había visto una tan de cerca. Siempre me mantenía fuera porque dentro eras presa fácil, esos eran los puntos donde habían más ataques de las especies que coexistían con nosotros y que siempre tratábamos de evitar a toda costa. Estaba tan sorprendido observando que me sobresalté cuando pasó un bicho enorme, de esos que ahora son comunes ver pero también son muy bravos, volteó hacia la ventana, rápidamente me escondí haciéndome hacia la derecha. Al parecer no me vio porque pasó de largo.

Me volví a espantar cuando mis manos rozaron algo, no eran escombros, era algo un poco más suave, como si fuera un pedazo de ropa o algo, así que giré rápidamente mi cabeza para quedar cara a cara con un guardia. Tenía el traje y la máscara puestos, di pasos hacia atrás. ¿Cómo es que no lo vi antes?. Caí de trasero mientras seguía observándolo. Se acercó a mi y lo que hizo me dejó más confundido de lo que ya estaba. Me tendió la mano.

-¿Te vas a quedar ahí o qué? -habló después de ver que no reaccionaba. Levanté mi brazo lentamente y le di la mano para que después me jalara y me ayudara a levantarme. - Bien, ahora te felicito, pudiste llegar aquí por tu cuenta aún estando lastimado. Ven acompáñame, salgamos de aquí.

¿Qué Es Eso? (Cancelada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora